En las oficinas de Osvaldo Santín, Jefe del SAT, están planeando un nuevo método para el pago de derechos e impuestos en operaciones de comercio exterior.
Ahora las transacciones se realizan mediante un Pago Electrónico Centralizado Aduanero, una orden de pago emitida desde la cuenta de quien hará la transacción de comercio exterior, que luego pasa por una institución bancaria y se deposita en las arcas públicas.
Este mecanismo es similar al que se creó para operaciones vulnerables como compras en efectivo de automóviles, joyas o arte y se utiliza desde 2013.
El modelo se quiere sustituir por un pago con líneas de captura como el que se usa para pagos del Impuesto Predial o los Derechos de Tenencia.
Por un lado, esto pretende facilitar aún más los pagos y hacer más eficiente el comercio, pero al eliminar el requisito para que el dinero salga de una cuenta bancaria identificable, se pierde la trazabilidad.
Esto, claro, a lo que podría dar pie es al lavado de dinero y utilización de operaciones comerciales como método para blanquear efectivo.
Por ello el cambio, aunque bien intencionado, es preocupante.