CIUDAD DE MÉXICO — Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la edición 250 de la revista Manufactura, 'Management en planta', correspondiente a septiembre de 2016.
(Ciudad de México) – Con la entrada de nuevos inversionistas al país en diversos sectores industriales, y si consideramos la volatilidad del entorno económico en el ámbito mundial, la industria manufacturera está inmersa en un entorno retador que la obliga a buscar alternativas para ser más competitiva y penetrar en nuevos mercados.
Sin embargo, aun con el entorno cambiante, los líderes de la industria visualizan un futuro optimista. De acuerdo con Perspectivas de la Alta Dirección en México 2016 —encuesta basada en la opinión de 812 altos directivos de diversos sectores, incluidos los sectores manufacturero e industrial—, el 42% de los directivos del sector espera que la economía mejore en 2016 con respecto a 2015, y el 67% considera para este año un crecimiento de uno a dos dígitos en sus empresas.
Otro 49% señala que en los últimos tres años su rentabilidad se ha incrementado, 38% dice que se ha mantenido y solo 13% que ha disminuido.
Resulta importante escuchar de parte de estos directivos cuáles consideran las cinco principales variables que México, como país, requiere para incrementar su competitividad.
En los primeros lugares está el combate a la corrupción, con 97%; la seguridad pública con 91%; y lograr una estabilidad económica, con 77% de las opiniones. Asimismo, se pronunciaron por impulsar incentivos fiscales, con 72%, y simplificar y reducir trámites burocráticos, con 66%.
Observamos cómo la inseguridad, que se ha mantenido en el país durante los últimos años, ha sido un factor preponderante; sin embargo, a pesar de esta, 5 de cada 10 líderes de la industria señalan que las inversiones se han mantenido.
Factor clave
En congruencia, los resultados de la encuesta Perspectivas Globales de Manufactura 2016, que KPMG llevó a cabo a escala mundial, muestran que las estrategias principales de las empresas de manufactura-industrial en México durante los próximos tres años, serán orientadas hacia la innovación y desarrollo de nuevos productos, con 72%.
Otro 69% señala una orientación a mejorar procesos y desempeño; 67% a incrementar la satisfacción del cliente o mejorar la calidad, y finalmente, desarrollar talento humano y reducir costos con 58 y 53%, de manera respectiva.
Vale la pena destacar lo estratégico que resultará para estas empresas en los próximos años invertir en innovación y desarrollar nuevas tecnologías. Las compañías que no tengan la capacidad de innovar y de mejorar sus procesos en todos los sentidos, mediante la inversión orgánica o de alianzas estratégicas, podrían quedar fuera del mercado.
Expansión industrial
Los planes de expansión es otro de los factores que respalda el optimismo industrial. Los empresarios están volteando a ver estados como Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Ciudad de México y Nuevo León.
Observan crecimientos importantes en la zona conocida como El Bajío, que comprende a San Luis Potosí, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, en donde se están experimentando crecimientos significativos en las industrias automotriz y aeroespacial; sin omitir las amplias oportunidades que se abrirán en sectores médico y electrónico, los cuales tienen una gran presencia en el norte del país.
Los siguientes años serán importantes para la consolidación de la industria manufacturera en México, pero también serán de grandes oportunidades en la medida en que se aprovechen las áreas de desarrollo que pueden generarse por medio de sinergias entre inversionistas, los gobiernos estatales y federal, y la academia o centros de investigación.
Existen grandes retos, pero también grandes oportunidades, y México sigue siendo un jugador fundamental para el desarrollo de centros de manufactura que sirvan como soporte para exportaciones y para atender al creciente mercado interno.
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*Mario Hernández es Socio Líder del segmento Immex de KPMG en México.