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México requiere mayor inversión para lograr Eficiencia Energética

Mientras más se retrase el análisis del marco normativo y la implementación de mecanismos innovadores, más se tardará el país en ver los beneficios y en alcanzar sus metas, comentó José Luis Chicoma, director general de Ethos Laboratorio de Políticas Públicas.

México –  México enfrenta retos y compromisos de gran escala a nivel nacional e internacional relacionados con el tema de energía y cambio climático, los cuales forman parte de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo: la Reforma Energética y la Ley de Transición Energética (LTE).

“México se encuentra en el momento preciso para identificar las barreras y adoptar medidas más eficientes para cumplir con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y de las principales leyes relacionadas con el tema energético y el cambio climático”, señaló.

La Reforma Energética y la Ley de Transición Energética (LTE) rompen un importante paradigma mexicano al presentar una estrategia para descarbonizar la economía y reducir la dependencia a los combustibles fósiles.

Esta dependencia ha generado retos económicos que han desencadenado impactos sociales y medioambientales.

“La matriz energética de México se basa 80 por ciento en fuentes de energía provenientes de combustibles fósiles y se ha mencionado en la Estrategia Nacional de Cambio Climático que 1,385 de los 2,440 municipios se encuentran en riesgo frente al CC. Por lo tanto, se requiere incrementar la inversión en EE, siendo las Asociaciones Público Privadas (APP) la herramienta que permita la colaboración entre actores de diferentes sectores para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, en donde el país ha expresado su compromiso en reducir de manera incondicionada emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y contaminantes de vida corta en un 25% para 2030”, comentó.

Con respecto a los beneficios económicos la EE, tiene implicaciones en el aumento de la competitividad y productividad de las empresas, sin importar su tamaño o sector derivado de la reducción de costos en el uso de energía.

Como consecuencia de fortalecer el mercado de la EE se crean empleos y se impulsa el capital humano especializado. De esta manera también se fomenta un cambio de cultura alrededor de la eficiencia que fomenta un crecimiento económico disminuyendo el uso intensivo de energía.

Estos proyectos también tienen un impacto social que deriva de la disminución del uso de energía, principalmente en la salud al reducir las emisiones y favorecer la calidad del aire. Por otro lado, al promover servicios sustentables, se mejora la calidad de vida de las personas y su seguridad, por ejemplo, a través de proyectos de alumbrado público o transporte eléctrico.

“Al fomentar una cultura respecto al cuidado y uso de la energía, la dinámica social mejora impactando positivamente otras áreas”.

Fuente: El Semanario

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