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ZEE, proyecto regional más importante del sexenio de Peña Nieto

El Economista. Uno de los proyectos de desarrollo regional más importantes de la actual administración federal fue el de Zonas Económicas Especiales (ZEE), el cual nace con el objetivo de cerrar la brecha económica y social que existe entre el sur-sureste y el resto del país.

La tarea: “impulsar el crecimiento económico sostenible que, entre otros fines, reduzca la pobreza, permita la provisión de servicios básicos y expanda las oportunidades para vidas saludables y productivas, en las regiones del país que tengan mayores rezagos en desarrollo social, a través del fomento de la inversión, la productividad, la competitividad, el empleo y una mejor distribución del ingreso entre la población”, detalla la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1 de junio del 2016.

Las ZEE se podrían fortalecer con los proyectos anunciados por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para detonar el sur-sureste, como: Tren Maya, zona libre en Chetumal, modernización y construcción de refinerías y rescate del Istmo de Tehuantepec.

A pocos días de que acabe el mandato del Ejecutivo federal Enrique Peña Nieto, el balance es el siguiente: siete ZEE decretadas en ocho estados (Lázaro Cárdenas-La Unión, Coatzacoalcos, Salina Cruz, Puerto Chiapas, Progreso, Seybaplaya y Dos Bocas), marco jurídico federal, leyes estatales, cartas de intención de municipios y entidades avaladas por Congreso y cabildos, convenios de coordinación entre órdenes gobierno, así como los Lineamientos para el Otorgamiento de Permisos, Asignaciones y Autorizaciones.

En el corto plazo se han identificado inversiones de 8,234 millones de dólares en las siete ZEE (proyecto que encabeza Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, AFDZEE), con una generación de 31,080 empleos directos, cifras que provienen de las 86 cartas de intención que se han formado con empresas de diversos giros.

“Las ZEE nacen como una visión transformadora, después de que el país entró a principios del 2013 a un proceso de negociación y de cambios estructurales, nos orientamos mucho en la agenda de competitividad, en la agenda de transformación económica, donde sabíamos que teníamos un reto de sectores que se venían concentrando y siendo agentes dominantes en diferentes aspectos del país”, indicó a El Economista Enrique Huesca Fernández, secretario ejecutivo de la AFDZEE.

México, dijo, entró en un proceso de transformación y en el diseño de la política pública con las reformas fiscal, energética, de telecomunicaciones, educativa, de trabajo y financiera, se planteó una visión para el sur-sureste, de ser más productivos y competitivos, particularmente los estados con mayor pobreza.

“Esta región es el gran pendiente del desarrollo económico de los últimos 30 años. No hemos podido impulsar la generación de empleo a través de cadenas productivas en el sur-sureste, y ésas son las ZEE, con esa visión de competitividad y de hacer más complejo económicamente el sur-sureste para que haya mejores oportunidades de vida y de empleo para los mexicanos”, señaló.

“Además, tienen una coincidencia, que es donde se tiene la mayor proporción del bono demográfico de México, es decir, el sur-sureste es más joven que el centro y que el norte del país. Es una obligación que tenemos con las futuras generaciones de esos estados, donde no se dan oportunidades y donde no ha habido inversiones complejas, en muchos años o en algunos estados nunca han existido, como Guerrero, que no tiene registro de inversión manufacturera que pudiera llegar a los 90 millones de dólares”, ahondó el funcionario.

Huesca Fernández manifestó que la actual administración federal deja un andamiaje completo de gestión de incentivos, de diseño de política pública y de alineación de capacidades, “México al no tener capacidad de gastar en todo lo que tiene que gastar, tiene que focalizar su política pública, y las ZEE son un proyecto que le dan una alternativa al Estado mexicano para focalizar y alinear sus capacidades en gasto público en incentivos fiscales y en financiamiento”.

Para cambiar el sur-sureste, agregó, se necesita hacer una apuesta, aglutinar a la administración pública variables como política hacendaria, impacto ambiental y social, viabilidad de logística, existencia de mercados y análisis de demanda, “no solamente es un tema de alinear el gasto público y llevar obra pública, o buscar que se instale un tercero y se le den incentivos, sino de que se genera una derrama sustentable y sostenible y que sea resiliente a las crisis que puedan venir”.

Para la puesta en marcha de las siete ZEE, así como el mejoramiento de las condiciones de las áreas de influencia correspondientes, se requieren 242 proyectos de infraestructura por un monto de 147,111 millones de pesos.

A la fecha, se impulsan 49 proyectos de infraestructura con fuente de financiamiento de recursos provenientes del Presupuesto de Egresos de la Federación por 29,875 millones de pesos, es decir, una quinta parte de los requerimientos totales.

“Siete ZEE declaradas en la administración del presidente Peña Nieto con siete puertos, obviamente con infraestructura ferroviaria y que tiene un enorme reto y que la próxima administración ya ha acentuado de manera correcta de lo que se tiene que hacer ahí, con infraestructura portuaria y estratégica en algunos casos, como es el Istmo de Tehuantepec, Salina Cruz y Coatzacoalcos”, comentó el secretario ejecutivo de la AFDZEE.
Alineación

Enrique Huesca indicó que si la visión de AMLO está alineada a infraestructura estratégica en la región sur-sureste que genere competitividad, condiciones de tránsito de mercancías y de capital humano, las ZEE tienen que complementar esa visión.

“Las ZEE llevan demanda a todas esas infraestructuras, pensemos en el tren del Istmo de Tehuantepec o del Tren Maya o la rehabilitación del Chiapas Mayab o la construcción, operación y comercialización de los insumos y productos que salgan de la refinería de Dos Bocas”, detalló.

“Ésa es la gran ventaja, que la próxima administración también vea que las ZEE son una herramienta para una ejecución mucho más rápida de proyectos estratégicos e inclusive pueden tener una viabilidad muchos más atractiva apoyándose en las ZEE; la gran ventaja de este proyecto transexenal es que aunque cambie el nombre, puede servir al Istmo de Tehuantepec, al Tren Maya, a la refinería, puede servir al sur-sureste, porque lo que identificó son áreas de oportunidad para inversión”, ahondó.
En contacto

El funcionario expuso que la AFDZEE ha mantenido reuniones con el equipo de AMLO, que encabezó Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda y Crédito Público.

“Ya tenemos una agenda muy activa. Notamos un equipo entusiasta, con una enorme capacidad para escuchar y con una enorme experiencia. Las ZEE son una visión de Estado, que tiene un enorme trabajo técnico e institucional atrás. Tenemos un enorme entusiasmo de que la nueva administración quiera invertir en el sur-sureste, y una enorme ilusión que puedan aprovechar las capacidades técnicas que se desarrollaron para complementar la propuesta de valor del presidente electo”, concluyó.

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