A cerrar filas
La próxima semana, Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, y François-Philippe Champagne, que ocupa la cartera de Comercio Exterior, llegarán a México para empezar a planear la estrategia de renegociación del TLC.
De considerar su interés, porque no olvide que en algún momento de enero pasado, los canadienses contemplaron que, si era necesario, y Donald Trump cortaba el acuerdo con México, irían por su cuenta con tal de mantener la relación comercial.
Pero hoy las cosas han cambiado. La notificación de Robert Lighthizer, representante comercial de EU, de modernizar el TLC ha sido trilateral y habrá que cerrar filas.
Nos dicen que tanto Ildefonso Guajardo como Luis Videgaray, Secretarios de Economía y Relaciones Exteriores, respectivamente, harán espacio en la agenda para reunirse y definir la estrategia que seguirán.
Porque así como México, los canadienses tienen un alto porcentaje de dependencia del mercado estadounidense, ya que 75 por ciento de sus ventas se dirigen hacia allá y algunas industrias dependen de esas ventas.
Otra de las similitudes, es que al igual que los mexicanos, los canadienses confían en que la relevancia que tiene su mercado para 21 estados de EU, y el consecuente colapso que tendrían las economías locales si se cierran las puertas, los ayudarán a nivelar el campo de juego.