Negocios Inteligentes, Noticias, Diego Coto.
Una cuarta parte del Producto Interno Bruto es generada por actividades informales; el problema es que no pagan impuestos. ¿Qué hará el nuevo gobierno para atacar esta práctica?
La economía informal en este país rebasa el nivel de lo insostenible. En el 2017, de cada 100 pesos generados en México, 23 vino del sector no formalizado; además, representó al 57% de la población ocupada. Del total de los negocios informales, casi la mitad producen bienes o servicios sin reportar a Hacienda; la otra mitad se refiere a las diferentes modalidades que no cuentan siquiera con el amparo de un margo legal. Entre las consecuencias de que este sector genere la cuarta parte del PIB es que podría acelerar el estancamiento de la economía.
Desde su campaña, el equipo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió atacar este problema. ¿A qué se enfrentan?
Bomba de tiempo
De acuerdo con el doctor José Nabor, integrante del Instituto de investigaciones Económicas de la UNAM, la informalidad debe ser una prioridad del nuevo gobierno. Actualmente, hay 30 millones de mexicanos en el campo informal. Si no se empieza a resolver el problema ahora, en 15 o 20 años México podría enfrentar una crisis de adultos mayores en pobreza. Todo esto porque por ahora solo uno de cada cuatro de los trabajadores del sector formal ahorran “algo” para su retiro.
Además, hay 11 millones de personas sin trabajo o subempleadas, sumadas a los 30 millones dentro de la informalidad. Todo esto pinta un panorama adverso para los planes sociales y recaudatorios de AMLO.
Por todo esto, el doctor José Nabor dice que la nueva administración deberá garantizar condiciones para un mayor crecimiento económico, cambiar el enfoque de la política económica para atraer más inversión privada y generar empleos según la región. Debe tomarse en cuenta que, en los estados sin industria, la informalidad alcanza niveles de casi 80%.
El SAT también tendrá que hacer su parte
En este punto hay un dilema. Por un lado, el SAT tiene la meta de recaudar 3.26 billones de pesos en el 2019; o sea, 4% más que el año pasado. Por el otro, AMLO prometió no subir ni crear impuestos en los primeros tres años de su gobierno. Entonces, las únicas posibilidades que quedan son combatir la evasión fiscal y el sector informal.
Para el primer caso, la estrategia es implementar un nuevo sistema de monitoreo para hacer menos auditorías. Estas se realizarían de manera más selectiva y a través de sistemas aleatorios, para elegir a los contribuyentes a los que se tiene que revisar. De aprobarse la iniciativa de ley que pretende esto, la autoridad podría hacer una preselección de contribuyentes antes de realizar las auditorías al azar. Entonces, si descubre que se está evadiendo el pago de impuestos impondrá un castigo más severo para obligar al cumplimiento de obligaciones fiscales.
Para lo de la informalidad, en cambio, todavía no se tiene una estrategia fiscal clara. Aunque el nuevo gobierno ha dicho que durante la segunda mitad del sexenio se encaminarán a una reforma fiscal basada en la equidad. Tal vez sea ahí cuando ataquen este problema desde el ámbito fiscal. El problema es que si se les pasa la mano, llegaríamos al terreno de la sobrerregulación…
La sobrerregulación existe y sí afecta a las pymes
Desde que la facturación electrónica se hizo obligatoria en el 2014, todo el esquema del SAT está pensado para facilitar su trabajo y acomodarse a las grandes empresas internacionales. En primer lugar, no hay distinción entre pymes y las grandes compañías: deben entregar las mismas declaraciones, reportes, solicitudes y obligaciones. Para que tengas un ejemplo claro, veamos los complementos de pago del CFDI. En este caso, si el pago no es completo, tienes que emitir un nuevo CFDI por cada parcialidad que te pague el cliente. Obviamente, es mucho más fácil que empresas grandes con un departamento de contabilidad le dediquen el tiempo necesario a esto; especialmente si tomamos en cuenta que en México solo la mitad de las pymes cuenta con los servicios profesionales de un contador.
Todo esto empuja a la informalidad. Las nuevas empresas en México suelen estar más enfocadas en generar ganancias que en otros objetivos. Por eso, una estrategia muy usada es mantenerse en la informalidad el tiempo necesario y pasar a la formalidad cuando se tenga la estructura necesaria para sobrellevar la excesiva regulación. Se estima que cerca del 70% de las pymes en México son informales y comparten un inconveniente estadístico: casi tres cuartas partes de todas las nuevas empresas fracasan en dos años.
La gran mayoría de los nuevos negocios prefiere, entonces, quedarse dentro del sector informal, donde las posibilidades de prosperar son sumamente limitadas. De entrada, los bancos no dan préstamos a las empresas no formalizadas. Según la Encuesta Nacional de Micronegocios de 2012, 64% de las mypimes en México iniciaron con recursos del dueño o de familiares y amigos, mientras que solo 3% encontraron financiamiento bancario.
El aumento al salario mínimo ¿un paso en la misma dirección?
Ayer, la secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, presentó la nueva política de salarios mínimos del gobierno de AMLO, que contempla dos salarios mínimos diferentes:
El primero es el salario mínimo general nacional (SMG), que experimentará un incremento del 16.2% para llegar a 102.68 pesos diarios.
El segundo es el SMG fronterizo, que será vigente para los municipios ubicados a 25 kilómetros de la frontera norte y algunos colindantes. Será de 176.72 pesos diarios; es decir, el doble que el actual.
Para Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, esta medida aumentará el consumo interno, ya que está por arriba de la línea del bienestar. Además, dijo que servirá para atraer más trabajadores al empleo formal, ya que en la informalidad ganan 63% menos. Para Graciela Márquez Colín, secretaria de Economía, las prestaciones laborales y la posibilidad de empezar una carrera es lo que ayudará a atraer trabajadores.
Aunque a pocos días de empezar su gobierno ya están tomando medidas contra la informalidad, todavía se necesita tiempo para ver los resultados. De momento, el aumento al SMG parece una buena estrategia.
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