Economía Hoy. A dos días de que finalice el mandato de Enrique Peña Nieto, las Zonas Económicas Especiales (ZEE) y la promesa de que este “gran proyecto” de política de desarrollo industrial sacaría del rezago económico y social a las entidades más marginadas del país, parece haber llegado a su fin junto con su administración, pues no hay indicios de que el próximo gobierno, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, le dará continuidad.
El 31 de mayo de 2016 Enrique Peña Nieto promulgó la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (ZEE). Sin embargo, a casi dos años y tras haber declarado siete zonas, en ninguna existen planes concretos y tampoco se ha desarrollado la infraestructura necesaria para atraer la inversión a los estados que históricamente han sufrido el rezago económico y social: los del sur y sureste del territorio nacional como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
A finales de septiembre del 2017 Peña Nieto firmó los Decretos de Declaratoria de las primeras tres zonas, las cuales proyectaban que atraerían inversiones por 5,300 millones de dólares y crearían cerca de 12,000 empleos entre los próximos dos y tres años, ha pasado más de un año y los avances, más allá de la legislación y de los permisos, son nulos, es decir, no se han creado empleos y tampoco han llegado las inversiones previstas.
No hay señales de continuación
“El futuro de las ZEE depende de cómo la nueva administración asuma esta política industrial, si bien han demostrado un interés en desarrollar económicamente el sur y el sureste del país, pareciera que están apuntando hacia otro lado, se habla más del Tren Maya, la refinería, y hasta la fecha el nuevo gobierno no se ha declarado sobre la zonas económicas”, dijo Fernando Gómez Zaldívar investigador del Tecnológico de Monterrey.
“Tenemos muy pocas señales directas de que se vaya a dar continuidad a este proyecto. La visión del nuevo gobierno es el desarrollo industrial interno, (…) y este proyecto contempla el desarrollo industrial del sur”, destacó Leonel Carranco Guerra, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El próximo gobierno elaboró un proyecto de Nación 2018-2024 y en más de 400 páginas no hace referencia a las Zonas Económicas Especiales, además, en los proyectos prioritarios que tiene AMLO tampoco figuran.
Sin seguridad, sin infraestructura y sin mano de obra
Las ZEE ofertan un amplio paquete de incentivos fiscales “extraordinarios”, con los que buscan atraer a los inversionistas locales y extranjeros entre los que destacan un descuento de 100% en el pago del Impuesto Sobre la Renta y de 50% en el pago de las cuotas patronales del componente de salud del IMSS en los primeros diez años, sin embargo son zonas con altos niveles de inseguridad, no cuentan con infraestructura y tampoco con mano de obra calificada para las empresas.
Si bien en un inicio se plantearon tres zonas económicas muy puntuales, a fecha de hoy ya se han declarado siete, y si bien las cuatro primeras zonas cuentan con una infraestructura portuaria importante, “la realidad es que alrededor de ésta no existe mayor infraestructura ni de servicios, ni carretea, ni de ferrocarriles, y tampoco existen las capacidades productivas que tiene que ver con la mano de obra para poder desarrollar las actividades”, destacó Gómez Zaldívar.
El también investigador en el Instituto para el Desarrollo Regional (IDR) de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública, indicó que esas regiones del sur son donde menos actividades productivas se tienen por lo tanto llamar a las empresas solamente a través de incentivos fiscales no es suficiente para asegurar la sostenibilidad de las zonas económicas. “La política es atractiva pero tiene grandes retos”. “El empresario siempre va a ver por la seguridad de su inversión, a nadie le gusta invertir en lugares donde no se les pueda brindar seguridad personal y a su negocio, será uno de los puntos estratégicos para que la política puede desarrollarse”, advirtió Gómez Saldívar.
Las ZZE firmaron, tras dos años de negociación, un acuerdo con la Secretaría de Marina (Semar) para que dependencia de seguridad tenga espacios dentro de los polígonos industriales y a su vez participe en las tareas de seguridad.
También contemplan un programa del gobierno federal que busca reducir las brechas de desigualdad entre las regiones y están conformadas por: Salinas Cruz, Oaxaca; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Coatzacoalcos, Veracruz; Puerto Chiapas, Chiapas; Progreso, Yucatán, Tabasco y Campeche. Este grupo de entidades comparten algunos rasgos en común: han sido azotados por décadas de pobreza y desigualdad además de ser uno de los rostros más dramáticos de la violencia provocada por el crimen organizado. Y si bien AMLO reconoce que son problemáticas que necesitan resolverse cuenta con sus propios proyectos para conseguirlo.
Una política industrial de largo aliento
Gómez Saldívar detalló que las zonas económicas de China tardaron 10 años para que se reflejaran los primeros avances por lo que si decide mantenerse el proyecto de desarrollo industrial “tiene que ser una política con una visión de largo plazo, debería rebasar los planes de gobierno sexenales, además de que implica el involucramiento de los tres órdenes de gobierno para poder funcionar”, destacó el investigador del Tecnológico de Monterrey.
Por su parte, Leonel Carranco Guerra comentó que la sostenibilidad económica del proyecto radica en diversificar y sofisticar esas economías, para que realmente crezcan económicamente esas zonas no se necesita hacer más de lo mismo, se necesita invertir en conocimiento.
Desde su perspectiva las Zonas Económicas Especiales más atractivas son la de Puerto Lázaro Cárdenas en Michoacán, el Corredor Transístmico en Oaxaca y Puerto Chiapas, dado que estas zonas ya tienen una vocación económica por sí mismas, con lo cual, en caso de que el próximo gobierno decida darle continuidad al proyecto de las ZEE, éstas serían sólo tres y no las siete planteadas por Peña Nieto.