Todo parece indicar que de acuerdo con los tiempos que el mismo TLCAN contempla, la renegociación del tratado podría empezar en el segundo semestre de este año y concluir un año después.
La buena noticia como lo comentamos en nuestra entrega anterior, es que al parecer las “trompadas” de Trump y sus arrebatos se están encauzando por otro camino, el de la cordura y sensatez, y eso es bueno para todos.
Canadá también tuvo un cambio en su postura con respecto a México y parece que iremos juntos a la negociación.
Parecería ser, a juzgar por las declaraciones de funcionarios norteamericanos, que el mayor énfasis estará en las Reglas de Origen; la idea es endurecerlas.
Las Reglas de Origen son un conjunto de disposiciones normativas que cada tratado define y que los productos tendrán que cumplir para ser calificados como Originarios, y entonces gozar del tratamiento arancelario preferencial para acceder a cualquiera de los tres países.
Estas Reglas de Origen contemplan dos criterios esenciales para productos manufacturados: uno es que los materiales no originarios de la región TLCAN tengan un grado de transformación suficiente, es decir que la manufactura a la que sean sometidos sea razonable; el otro criterio está basado en el valor de contenido regional, que obliga a que un producto manufacturado en la región que haya utilizado insumos no TLCAN deba cumplir con un porcentaje mínimo de valor dentro de la región.
En este sentido, parecería ser que este último criterio tendría que modificarse para incrementar su contenido de países TLCAN y dejar de beneficiar a terceros países de donde actualmente se importan muchos insumos que luego se exportan a los países TLCAN.
Este criterio es bueno para la región porque al aumentar el nivel de contenido regional, obligaría a empresas de otros países a mover su producción a la región TLCAN para cumplir con esta exigencia.
Aquí creo que México tendría ventaja competitiva para captar estas inversiones.
Entorno Empresarial / José Santana
Fuente: Milenio