Los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ya tienen los procesos electorales de México y Estados Unidos encima, y no hay flexibilidad en los temas difíciles que propone el equipo estadounidense, situación que puede aplazar las negociaciones para la modernización de este Tratado.
La división de Investigación Económica de JP Morgan en México, registra varios indicios de que el proceso de modernización puede aplazarse hasta que pasen el periodo electoral en México y en Estados Unidos, es decir hasta 2019.
“Un acuerdo está lejos de ser alcanzado. Las metas de Canadá parecen más específicas, y Ottawa observa que puede tener una segunda oportunidad en un acuerdo bilateral con Estados Unidos, si el TLCAN es volcado”, refirió Gabriel Lozano, economista en jefe de JPMorgan para México, en su análisis NAFTA or NoFTA?
No obstante, en México parece haber más urgencia por cerrar las negociaciones en el primer trimestre de 2018, antes de las elecciones para la presidencia que serán en julio, refirió Lozano.
El presidente estadounidense Donald Trump dijo la semana pasada que será sensible frente a los tiempos fijados para la renegociación, considerando el periodo electoral en México.
“Esta declaración fue bien recibida por el mercado, incluso si las discusiones del TLCAN se posponen hasta el siguiente año”, refirió el economista de JPMorgan.
La primera ronda para la renegociación del TLCAN inició en agosto de 2017, y se preveía que el proceso terminara ese mismo año, no obstante, en octubre, después de la cuarta ronda, los negociadores dieron a conocer que el proceso se aplazaba hasta el primer trimestre de 2018.
Previo a la sexta ronda, y después de una ronda técnica intersesional en Washington en diciembre pasado, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, ha dicho a la prensa que están por cerrarse 10 capítulos, pero son los temas en los que los tres países no tienen diferencias.
Camisa de fuerza
Son los temas polémicos como el incremento en las reglas de origen para la industria automotriz, los que pueden prolongar las negociaciones aún más.
México ha sido enfático en que no va ceder, y Estados Unidos ha mantenido firme el objetivo de incrementar el contenido regional de los autos a 85%, desde un 62% actual.
“Hay no rotundos en la propuesta de terminar con el Tratado cada cinco años, en que se puedan aplicar aranceles o cupos estacionales para frutas y hortalizas, la eliminación del capítulo 19. Mientras que el sector automotriz está trabajando en el análisis de cómo enfrentar la propuesta de reglas de origen”, dijo Móises Kalach, integrante del Cuarto de Junto a Expansión.
De ahí que la ronda seis, que se celebrará a finales de enero, sea crucial para tener señales del futuro de la negociación y sobre si podrán terminar las negociaciones en el primer semestre de 2018.
Ernesto O´Farril, presidente de Grupo Bursamétrica comentó que considerando que las elecciones en México serán en julio, y las intermedias de Estados Unidos en noviembre, la negociación puede extenderse hasta la primer mitad de 2018, para que el proceso de aprobación en los congresos de los países sea en 2019.
Especialistas han advertido que mientras más se atrase la renegociación, mayor será la incertidumbre para las inversiones y el tipo de cambio.
Esto ya se vio en México. Al cierre de octubre pasado, la inversión fija bruta cayó 2.6%, frente al mismo mes de 2016. Esto representó la baja más pronunciada desde abril de 2017, cuando cayó 11.1%, refieren cifras actualizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
