El Economista. La Organización Mundial de Comercio (OMC) ha perdido respeto conforme ha avanzado la guerra comercial entre Estados Unidos y China y en la que están involucradas otras naciones afectadas por restricciones a sus exportaciones.
En un primer frente, Estados Unidos impuso el 23 de marzo aranceles globales a las importaciones de acero y aluminio, sin recurrir a la OMC y argumentando preocupaciones por seguridad nacional.
También sin cumplir con los procedimientos y las normas de OMC, China, Noruega, India, la Unión Europea, Canadá, Turquía y Rusia impusieron consecuentemente represalias comerciales contra Estados Unidos.
“Los Estados Unidos debieron haber ido a la OMC. Los chinos, los europeos, los noruegos, los rusos (…) Tomaron represalias sin pasar tampoco por la OMC”, cuestionó Fernando de Mateo, exembajador de México ante esa organización internacional.
En contraste, De Mateo destacó que México siguió las reglas, al imponer a Estados Unidos represalias basadas en el derecho que le da el Capítulo XXI del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual habría violado Estados Unidos.
“Los estadounidenses nos debieron haber consultado. Además, el TLCAN ya no permite tomar salvaguardas, sólo lo permite durante los primeros 10 años de su entrada en vigor (1994)”, añadió de Mateo, quien ahora supervisa la formación de servidores públicos en materia de negociaciones comerciales internacionales, integrado a la Subsecretaría de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
China impuso represalias contra Estados Unidos tanto por los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, como por las restricciones que fijaron, en otro frente, las aduanas estadounidenses bajo Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre las prácticas del gobierno de China con respecto a la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual.
De Mateo argumentó que se requiere renegociar las normas sobre los subsidios en la OMC, un aspecto en el que China tiene las políticas más cuestionadas a nivel mundial, a la vez que indicó que cuando no se siguen las reglas del juego se generan contramedidas igualmente ilegales.
“Yo no puedo permitir que me den una patada, que además es ilegal, y tardarme dos años en la OMC”, dijo en referencia a que llevar un pánel de resolución de controversias en esa organización puede durar por lo menos alrededor de un par de años.
La OMC sucedió al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio de 1947, creado a partir de los esfuerzos de la posguerra de Estados Unidos con otros países desarrollados para fomentar un sistema de comercio abierto y basado en normas. La OMC ahora cubre 98% del comercio mundial. Las sucesivas rondas de liberalización comercial han apoyado la expansión significativa del comercio, ya que el arancel aplicado a la Nación Más Favorecida promedio de los miembros de la OMC cayó de 25% en 1994 a menos de 10% en la actualidad.