El plan impositivo de Donald Trump representa una mayor amenaza para empresas mexicanas de lo que sería una ruptura total del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, expuso Nur Cristiani, estratega de renta variable de JP Morgan Chase.
La propuesta impositiva del partido Republicano, que Cristiani usa como borrador del plan fiscal de Trump, amenaza a México al alterar las actuales dinámicas comerciales, aún si los acuerdos comerciales no cambian.
El plan, en efecto, limitaría importaciones a Estados Unidos (al dejar de permitir que empresas estadounidenses deduzcan costos de importación), escribió Cristiani en una nota anterior.
Como más del 80 por ciento de las exportaciones de México van a Estados Unidos, una reforma impositiva que castigara las importaciones, perjudicaría a México más que a cualquier otro país.
“La verdadera amenaza para México (y para el mundo) está en un posible cambio del actual sistema tributario de Estados Unidos a una asignación de impuestos al flujo de caja basado en el destino que exima a las exportaciones e indirectamente grave las importaciones”, escribió Cristiani.
“Olvídense del TLCAN; esto es lo que debería preocupar”.
El pasaje a un llamado sistema de flujo de caja basado en el destino significaría que las empresas no tendrían que pagar impuestos en Estados Unidos por bienes que exportaran, pero no podrían deducir los costos en que incurrieron al importar (por lo cual serían gravadas localmente en Estados Unidos), escribió Cristiani.
Las compañías automovilísticas y de equipos eléctricos podrían estar entre las más perjudicadas.
México es el mayor exportador de bienes de transporte a Estados Unidos, los vehículos motorizados, las carrocerías y las autopartes representan 26 por ciento de las importaciones de Estados Unidos, señala la nota.
En tanto, un cuarto del equipo eléctrico que Estados Unidos importa procede de México.
Entre las compañías que más perderían por cambios en los patrones de comercio de Estados Unidos-México están el fabricante de productos químicos Alpek, Nemak, que fabrica cabezales de cilindros y cabezales de motor para Ford Motor, y el fabricante de tortilla Gruma, porque reciben un porcentaje relativamente alto de su ingreso de las exportaciones a Estados Unidos, expone el reporte de JP Morgan.