“El proteccionismo, con el que presidente de Estados Unidos quiere pagar sus promesas electorales, va contra las reglas de la Organización Mundial del Comercio, que nos rigen a los tres países miembros del TLCAN, por eso México no va a ceder ni un centímetro en la imposición de cuotas ni aranceles”, indicó en entrevista con Excélsior.
A una semana de que inicie la cuarta ronda de negociaciones trilaterales, explicó que la intención estadunidense es establecer barreras a la exportación de frutas y hortalizas mexicanas durante su temporada de producción.
“Con esta embestida al sector agroalimentario mexicano, el presidente Trump quiere detener la migración de empresas a nuestro país (…) se han estado mudando por falta de agua, e incluso de mano de obra, lo que encarece la producción”, remarcó.
Las medidas proteccionistas beneficiarían a los productores estadunidenses al limitar la competencia, pero advirtió que perjudicarían a los consumidores porque es una práctica anticompetitiva. “Durante sus temporadas de producción no quieren tener competencia de México, o si la tienen quieren que sea a través de un cupo o con la imposición de un arancel para frenar la comercialización de productos mexicanos de la más alta calidad, inocuidad y sanidad”.
Son ésas las características que han permitido que las exportaciones agroalimentarias mexicanas hayan pasado de 4 mil millones de dólares en 1994 a 28 mil millones de dólares en 2016. “Somos la doceava potencia mundial agroalimentaria. Un peldaño que vamos a mejorar, con Estados Unidos o sin él, sólo este año las exportaciones llegarán a 32 mil millones de dólares”.
Actualmente el valor de las exportaciones agroalimentarias a Estados Unidos son de 11 mil millones de dólares. “Sin embargo, no llegar a un acuerdo sería más caro para ellos porque tendríamos que adoptar las reglas de la Organización Mundial del Comercio, y éstas estipulan que ellos tendrían que pagarnos un arancel de 12.5 por ciento para introducir sus granos a México, que son los productos que más nos venden, mientras que nosotros pagaríamos uno de 4.5 por ciento por llevar nuestras frutas y hortalizas a ese mercado”.
Además, para no perjudicar a los consumidores nacionales, México puede importar granos desde otros países, por ejemplo, trigo de Rusia o Ucrania, así como pasta de soya y maíz amarillo de Brasil.
“México puede sustituir granos, éstos se almacenan, se pueden transportar en barcos y no pasa nada. En el tema de las hortalizas, ahí sí los dejamos sin ensaladas o éstas tendrían que ser más caras para sus consumidores”.
TANTEANDO
En entrevista por separado con Pascal Beltrán del Río para Grupo Imagen, De la Vega afirmó que “esta es una estrategia donde golpean a México muy fuerte en su sector agroalimentario para ver sus reacciones y ahora mandar los paquetes grandes. El tema del déficit creo es la gran barrera que va a tener esta negociación.”
Bosco de la Vega, afirmó que esta estrategia de negociación de Estados Unidos se puede revertir y señaló que él prevé que México va a estar en las siete mesas de negociaciones, “y veremos si le conviene al país y si no le conviene al país, seguiremos el Plan B”, que sería estar sin TLCAN dos años y medio, mientras se va Trump, y después construir un nuevo acuerdo.