Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
Para el paquete 2020, uno de los puntos más cuestionados ha sido el pronóstico sobre el precio de la mezcla mexicana de exportación.
La estimación de ingresos públicos para 2020 se basa en un precio promedio de 49 dólares por barril, que la propia Secretaría de Hacienda, a cargo de Arturo Herrera, ha calificado de conservador.
Esta variable es crucial para el cálculo de los ingresos y usualmente los legisladores buscan ajustarlo al alza, porque en las proyecciones de ingresos esto da más dinero que se puede repartir.
Algunos verán en el ataque a la petrolera de Arabia Saudita la oportunidad para estimar un mayor precio, pero un ajuste de ese tipo puede salir caro.
Si mantienen la cotización como está y la tensiones geopolíticas crecen, el Gobierno Federal tendrá el próximo año más ingresos excedentes. Los mayores ingresos petroleros sin duda darían holgura a las finanzas públicas y su asignación atiende a reglas, por lo que, en teoría, no se hace discrecionalmente.
Si los legisladores presionan por ajustar los precios para 2020 y resulta que la cotización es menor, el riesgo es alto, ya que de no cumplirse la meta de ingresos, se tendría que echar mano de los fondos de estabilización.
Los 49 dólares corresponde a una realidad que se tenía hace unas semanas, cuando se veía que la desaceleración de la economía mundial presionaba los precios a la baja.
Además se consideró la entrada en vigor de la regulación de la Organización Marítima Internacional que pide menos azufre en combustibles del transporte marítimo, lo cual afectará la demanda de crudos pesados y por lo tanto su precio.