La Izquierda Diario, Economía, Redacción.
Ante un escenario internacional de creciente incertidumbre por el impacto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, acelerando los riesgos de una recesión mundial, las dos mayores economías de América Latina decidieron iniciar conversaciones de libre comercio.
Así lo confirmó este lunes el viceministro de Economía de Brasil dedicado a comercio exterior, Marcos Troyjo, quien sostuvo que su gobierno inició formalmente conversaciones con las autoridades mexicanas con la intención de llegar a pacto comercial.
Para algunos analistas este giro de Bolsonaro en materia de política comercial, son el más reciente esfuerzo de Brasil por abrir su economía y comerciar más con el resto del mundo. En la misma sintonía, Brasil ya se encuentra en negociaciones para alcanzar un tratado comercial con Estados Unidos. La semana pasada Brasil renovó el acuerdo automotriz con Argentina por 10 años más.
En una conferencia organizada por el Consejo Empresarial Brasil-China, Troyjo dijo que Brasil espera aumentar el comercio con México, principalmente la venta de productos agrícolas.
La respuesta del lado mexicano no tardó en llagar, la secretaría de Economía de México dijo a la agencia Reuters que aunque se está buscando ampliar dos acuerdos de complementación económica vigentes aún no hay nada definido.
“Estamos trabajando para ampliar el ACE-53 y consolidar el ACE-55. Hemos tenido conversaciones para ver cómo podemos avanzar hacia una liberalización, pero aún no hemos definido el camino a seguir. Pero estamos trabajando en ello”, afirmó.
Las incipientes negociaciones podrían dar lugar a un acuerdo comercial entre Brasil y México. Aunque aún no han trascendido detalles, algo es seguro, en estos acuerdos son los estados nacionales lo que negocian los beneficios para las empresas multinacionales, que ganan nuevos mercados y condiciones laborales favorables (siempre de mayor explotación para los trabajadores), muchas veces también en perjuicio de las leyes ambientales. En estos “acuerdos de libre comercio” es la economía más fuerte la que consigue mayores ventajas, imponiendo en general sus condiciones. En el último tiempo se debatió bastante alrededor del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, allí las diferencias entre potencias imperialistas y economías dependientes era más evidente.