En la reciente reforma fiscal que se aprobó en el Senado el sábado se redujo la tasa impositiva a 20 por ciento desde el 35 por ciento previo.
En México, con una tasa de Impuesto Sobre la Renta de 34 por ciento, una reducción tan drástica crearía una competencia sobre dónde invertir.
"En las decisiones de inversión, los empresarios optimizan sus inversiones según la carga tributaria en cada país", dijo Paolo Giordano, economista principal de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarollo (BID).
Este especialista dijo que aun es muy temprano para calcular los efectos que tendría la reforma pero que, independientemente de cómo sean las condiciones finales, sí habrá de esperarse reestructuraciones en las operaciones de las empresas.
Antes que la Ley entre en vigor se tendrán que conjuntar las versiones aprobadas en la Cámara de Representantes de EU y el Senado y a partir de ahí se podrán configurar los detalles de cuánto será la tasa final.
Sin embargo, Giordano dijo que en ambos países la tasa enunciada es muy diferente a lo que realmente se paga puesto que hay otros impuestos y deducciones que la modifican.
"Habrá que ver el detalle de la ley y ver dónde acabará la cuota efectivamente pagada y cómo se va a mover", puntualizó.
Herminio Blanco, presidente de la consultora IQOM y ex Ministro de Economía, dijo que dependerá de cuándo entre en efecto esta reforma pero que el tema tendrá que ser analizado fuertemente por la próxima Administración así como las políticas que habrá de emprender.
"Es sin lugar a dudas algo que el próximo gobierno va a tener que ver. Pero falta ver la letra final, porque es muy diferente decir una tasa del 20 por ciento pero eliminaron muchas de las excepciones que había antes; el análisis debe hacerse entre un 35 por ciento con muchas deducciones a un 20 por ciento sin ellas.
"Si EU queda muy por debajo de México es un tema importante, el tema impositivo para las empresas es muy relevante", explicó.