Search

CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Un centenar de empresas ya reutilizan en Alicante residuos para calzado y textil de marca

Diario Información / España. La industria de la moda ha tomado conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Los residuos ya no son sinónimo de basura, sino que, lejos de acabar en el vertedero, pueden transformarse en alta costura.

El concepto de innovación ha dado un giro radical y ya no se limita a prendas originales y diferentes, sino que se extiende a una reinvención de la moda para que los residuos se puedan convertir en zapatos, camisas, toallas o sábanas de alta calidad y con menor huella ambiental.

En la era del reciclaje, la provincia de Alicante está siendo un referente de compromiso ecológico al implantar novedosas técnicas con el fin de aprovechar las materias primas en el calzado y el textil. Estos sectores caminan hacia un nuevo modelo de economía circular dirigida al aprovechamiento de recursos naturales.

Un centenar de empresas de la provincia se han sumado a la aplicación de este modelo que ha despertado el interés de las marcas más prestigiosas de moda, que ya están adquiriendo productos elaborados en esta zona pero con menor impacto medioambiental.

Algunas de estas marcas son Inditex -Zara-, Max Mara, grupo Promod, Mango, Kiabi o Hugo Boss. La intención de estas marcas del textil es ofrecer tejidos que no perjudiquen el entorno medioambiental, una ideología que, además, se está distribuyendo a numerosos países de Europa, América y norte de África.

La técnica se basa en utilizar fibras recicladas de tejidos que proceden de algodones ecológicos, reciclados de retales de tejidos o poliésteres procedentes de botellas de plástico, así como fibras de lanas o viscosas que han sido utilizadas con anterioridad.
Pioneros en fibras recicladas

«Siempre hemos trabajado con fibras naturales vírgenes y ahora, sin embargo, hemos empezado una fase de utilización de fibras recicladas porque lo pide el mercado», indica Jorge Mataix, vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Textil de la Comunidad Valenciana y gerente de la fábrica de hilaturas Belda Lloréns, empresa pionera en aplicar esta metodología.

«En el textil hay una salida para que el consumo de recursos naturales se minimice. La cuna del regenerado está en la provincia, son muchas las empresas que se dedican a esto y que en este proceso se aseguran de garantizar la misma calidad», añade Mataix.

Bajo la marca registrada «Ecolife» Yarns, Belda Llorens trabaja con una veintena de proveedores que, en su conjunto, permiten que los consumidores finales puedan comprar prendas o tejidos ecológicos, que hayan sido reutilizados al final de la vida útil del producto.

Con este innovador proceso se consigue que toda la cadena productiva entre en un proceso industrial circular, donde los consumidores participan activamente, al tener en sus manos el poder de decisión para depositar sus prendas en contenedores para que sean reutilizadas en futuros hilados.

«Cualquier creador de moda tendrá que tener en cuenta los materiales que va a utilizar, así como las posibilidades de reutilización de estos». Jorge Mataix precisa que «en los países nórdicos esta metodología se va a consolidar pronto porque ya existe una educación de la sociedad, si el consumidor no valora la sostenibilidad de la prenda, esto no tiene sentido. En España, la demanda cada vez es mayor pero hay mucho camino por recorrer».

El precio del producto que se distribuye es el mismo, tanto en venta como en coste de producción. La única diferencia es el valor añadido de la sostenibilidad.
Piel curtida

La industria de calzado camina hacia un modelo de economía circular basado un uso más eficiente y la revalorización de los residuos mediante su transformación en productos de mayor valor añadido. Tal y como han informado los responsables del instituto Inescop a este medio, la escasez de materias primas y la necesidad de realizar un uso eficiente de las mismas, hace necesario cerrar el círculo del ciclo de vida del calzado y sus componentes, que transciende del reciclado y la reutilización y abarca toda la cadena de valor desde el diseño, fabricación distribución y consumo, hasta que se convierte en residuo.

Inescop trabaja en diversas líneas de investigación desde diferentes áreas para contribuir a la implementación de este modelo.

La piel curtida es uno de los materiales más empleados en la industria del calzado y marroquinería, así como en una amplia variedad de artículos de confección y en tapicería. No obstante, no toda la piel que proviene de la industria cárnica es transformable en cuero y, como en casi todos los procesos industriales, durante la curtición se generan residuos que pueden tener un impacto ambiental negativo. Puesto que los residuos sólidos de la industria del curtido son ricos en colágeno, la obtención de gelatina a partir de los mismos se presenta como una vía idónea para su valorización.

Por otro lado, Inescop aborda la recuperación del residuo y la obtención del colágeno para valorizarlos y utilizarlos como recurtientes en un nuevo proceso de curtición de pieles.

Asimismo, el instituto de calzado ha trabajado en la demostración de diversas alternativas para la recuperación y valorización de residuos animales: adhesivos formulados en base a colágeno; fertilizantes mejorados que reducen el uso de pesticidas; obtención de aceites y grasas de alto valor para incorporación en preparados alimenticios, productos cosméticos para mascotas o agentes de recurtición de pieles a partir de subproductos animales, así como la obtención de energía y biocombustibles a partir del tratamiento directo de residuos cárnicos.

Las políticas actuales en materia medioambiental de la Unión Europea promueven, además de la reducción de residuos industriales, su reciclado y transformación en subproductos de cierto valor añadido.

Comparte este contenido:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Bóxers

Pantalones de mezclilla para caballero (2a edición)