El Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM) abre la posibilidad de una colaboración mutua para denunciar e incluso abrir un panel de solución en materia de corrupción.
De acuerdo con Reforma, el capítulo 36 del acuerdo, cuyo título es anticorrupción, señala que si alguna de ambas partes detecta algún caso de soborno, colusión, lavado de dinero o corrupción gubernamental, podrá montar un panel de solución de controversias para resolver el asunto.
Si no existe una solución de arreglo mutuo en el posible caso de corrupción, el demandante podrá solicitar la conformación de un panel de expertos para que enmiende los hechos emitiendo una recomendación que tendrá que ser acatada.
Además, tanto México como la Unión Europeo (UE) se comprometen a generar un marco institucional que evite barreras al comercio o a la inversión, evitando así que algún miembro del gobierno tenga una ganancia particular.
El documento define a la corrupción como un crimen que “pude afectar el comercio, debido a que se compromete las oportunidades de acceso al mercado y erosiona los compromisos de crear un campo de juego parejo”.
“La corrupción puede actuar como una barrera no arancelaria para inversionistas y empresas que buscan participar en el comercio y la inversión”.
Este es el primer acuerdo comercial internacional que incluye disposiciones específicas para evitar y combatir la corrupción.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) también tendrá entre sus líneas un capitulo en materia de corrupción, sin embargo, ese apartado no ha sido difundido.