Unos temen que se abra la puerta al contrabando asiático, otros ven oportunidad de mercado
Sector agropecuario, automotriz y de tecnología, los ganadores, estiman; expertos aseguran que atraerá más inversiones y conocimiento tecnológico
El reinicio de las negociaciones entre los gobiernos de México y Corea del Sur se llevará a cabo en medio de la aprobación del sector agropecuario y del descontento de los industriales por la competencia avasalladora de los productos asiáticos y por ser una nación que, “incumple las reglas de los acuerdos comerciales”.
La titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier, defiende la negociación al asegurar que 85 por ciento de las mercancías del país asiático ya entran al país sin arancel; algo que no sucede con los productos mexicanos, ya que únicamente 20 por ciento ingresan a Corea del Sur libres de impuestos.
Por tanto, según dijo la funcionaria, en estas negociaciones para el acuerdo comercial entre ambas naciones, México va por colocar el faltante 80 por ciento de las exportaciones mexicanas en el mercado asiático con arancel cero.
Ambos países esperan sostener una reunión preliminar este mes con el objetivo de tener la primera ronda de negociaciones en la primera mitad del 2022.
Aunque la semana pasada Clouthier aseguró que es “sólo una cámara” empresarial la que está en desacuerdo con el tratado, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) externó su preocupación y advirtió que éste reemplazará las cadenas de suministro y afectará las inversiones y empleos de las empresas mexicanas, de Estados Unidos y Canadá.
La Concamin aseguró que Corea del Sur no representa una oportunidad de exportación para la industria mexicana, ya que en 2021 se importaron alrededor de 14 mil millones de dólares (mdd) de ese país, en su mayoría bienes de metalmecánica.
Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex) advirtió que el acuerdo abrirá la puerta al contrabando de origen asiático, ya que permitiría la triangulación de productos chinos, en desventaja del sector productivo nacional.
“Por la estructura de costos de un país no hay problema, México es competitivo, pero lo que da miedo es a todo el tema de ilegalidad que no hemos logrado vencer, o sea es una puerta más a la triangulación”, expuso el presidente de la Canintex, Manuel Espinosa Maurer.
En tanto que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió a la Secretaría de Economía que se escuche a los empresarios en estas negociaciones, ya que estadísticamente Corea es de los países, a nivel mundial, que incumplen con las leyes comerciales.
En contraste, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) dijo que el acuerdo brindará mejores condiciones de acceso al mercado surcoreano, que es la décima economía más grande del mundo.
Indicó que Corea del Sur sólo cubre el 45 por ciento de la demanda de su población, por lo que dependen en gran medida de productos del exterior. Actualmente, para ingresar a ese territorio la carne de res debe pagar un arancel de 40 por ciento, el aguacate, de 30 por ciento; la carne de puerco, 25 por ciento, plátano y cerveza, 30 por ciento; limón, 68 por ciento y jugo de naranja 54 por ciento.
La Coordinadora de Comercio Externo y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Ana Bertha Gutiérrez sostuvo en entrevista con La Razón que “las preocupaciones de algunos miembros de la IP es que Corea puede sustituir a México en algunas cadenas de suministro y así reducir el empleo y la inversión.
“Pero la realidad es que es algo opuesto; un acuerdo comercial nos hace más competitivos y atractivos para la inversión frente a otros países que pueden ver un mayor mercado para México”.
Indicó que inversiones como la de KIA Motors es sólo un ejemplo de la confianza que tienen los coreanos en México, por lo que las inversiones podrían potencializarse, mientras que los productos nacionales tendrán otra oportunidad para diversificarse.
“Este tratado debe de verse como una oportunidad para modernizar nuestro sector exportador, porque los tratados comerciales abren la puerta no sólo al comercio, sino al intercambio de conocimientos e inversiones”, subrayó Gutiérrez.
Tratado, una oportunidad de atraer más inversiones. Incluso, la analista del Imco aseguró que la firma del acuerdo comercial entre ambos países podría impulsar el crecimiento de sectores locales como es el agropecuario, en particular en favor de estados del sur-sureste del país que requieren una mayor incorporación a la cadena de exportación.
Asimismo, Ana Bertha Gutiérrez concluyó que México obtendría una importante oportunidad de intercambio de conocimientos con Corea en productos de alta tecnología y modernización del sector manufacturero de exportación.
“Necesitamos ajustarnos a la demanda de productos más modernos y del futuro, por lo que requerimos ajustar nuestras necesidades productivas en la industria manufacturera, para lo cual es muy benéfico tener este tipo de nuevos conocimientos y talento; los sectores agropecuario, automotriz y tecnología son los sectores que podrían resultar altamente beneficiados”, puntualizó la experta del Imco.
