(Tercera parte) Personaje clave en el entramado es Juan Díaz Mazadiego, quien ostenta el cargo de Director de Comercio Exterior desde el sexenio de Felipe Calderón. Conoció de venta de kits para importaciones ilegales, contenedores desaparecidos o fantasma, revelan archivos y testimonios obtenidos por “Crónica”
Como si fueran fichas de dominó, contrabandistas y traficantes de mercancías, tienen a la mano otros instrumentos alojados en la Secretaría de Economía (SE): los denominados IMMEX (Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación).
Los obtienen mediante empresas fantasma, en complicidad con funcionarios públicos; los compran, rentan o alternan para cometer fechorías, de acuerdo con el testimonio de industriales.
Según la plataforma de la SE, en el país están ubicadas en esta categoría más de 6 mil 300 compañías: pueden realizar importaciones temporales de diversos bienes, supuestamente para transformarlos y luego regresarlos al país de origen, sin cubrir el impuesto general de importación, el IVA y otras cuotas compensatorias. Sin embargo, las redes delictivas introducen productos terminados o ajenos al ramo, los cuales paran en el mercado negro o en cadenas formales mediante facturas falsas, en perjuicio de la industria nacional y los empleos.
Aunque este mecanismo exige la entrega de una garantía monetaria hasta devolver al extranjero la mercancía procesada, en todos los casos el dinero es devuelto por las autoridades, burladas con camiones o contenedores vacíos.
De las más de 6 mil IMMEX registradas, son de especial interés 2 mil 350, relacionadas con los llamados sectores sensibles, como textil, confección, azúcar, acero, aluminio y otros, considerados así porque representan una imprescindible fuente de trabajo e ingresos para millones de familias en el país. De forma sospechosa, sólo 422 registran operaciones de comercio exterior en los últimos 12 meses: menos del 20 por ciento, sin aplicarse hasta ahora ninguna sanción.
¿Dónde están las otras, para qué sirven?…
“Las tienen listas en el cajón para cuando les cachen una. El 80 por ciento están en una especie de lista de espera: te echan el ojo, la dejas perder, pero tienes un as bajo la manga. Son tan descarados que desaparecen una, sacan otra y meses después vuelven a poner la primera. ¿Por qué Economía no depura ni da de baja?, ¿a quién se protege?”, cuestiona Alfonso Juan Ayub, empresario textilero.
“En automático, la Secretaría tendría que eliminar a las que no tienen actividad”, pide Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (CANAINTEX).
“Hemos documentado casos de gente que ni siquiera se dedica a esto, pero anda rentando IMMEX para meter mezclilla u otros productos”.
—¿Cuánto ofrecen por la renta? —se le pregunta.
—Entre 80 y 200 mil pesos mensuales…
Crónica verificó hasta el uso de redes sociales para alquilar el membrete. Lo saben ya funcionarios de la 4T…
DÍAZ MAZADIEGO, HOMBRE CLAVE EN ENTRAMADO. Para un nuevo gobierno, inclinado a enarbolar el combate a la corrupción y la suma de colaboradores con un perfil más transparente, alejados -en teoría- de complicidades en administraciones anteriores, asombró la ratificación en diciembre de 2018 de Juan Díaz Mazadiego como director de Comercio Exterior en la SE.
Es el responsable directo del programa IMMEX, y de manera específica del vinculado a los productos sensibles. Ocupó el mismo cargo en el gobierno de Felipe Calderón y en el de Enrique Peña Nieto, con un breve intermedio en la Secretaría de Agricultura a finales del calderonismo, según la currícula cotejada por este diario.
Más allá de nexos ideológicos, distintos comunicados, archivos y testimonios compartidos a este reportero revelan que Díaz Mazadiego ha conocido a detalle corruptelas y trampas en el ámbito del tráfico e importación ilegal de mercancías.
Durante el sexenio pasado, por ejemplo, le fue informado sobre un grupo de “servidores públicos” al interior de la SE y otras instancias afines, dedicado a vender por 100 mil dólares un “kit para el contrabando”: incluía una empresa certificada IMEEX, con cuentas y cheques abiertos, lista para importar artículos de manera ilícita y la cual podía ser explotada por un tiempo determinado.
También se le notificó, a detalle (datos del embarque, puerto de destino y características del buque), la llegada anómala al país de al menos 70 contenedores con mercancía fraudulenta. Misteriosamente, los contenedores desaparecieron. Se supo después, habían ingresado al país bajo el método de importación temporal, con la utilización irregular de una empresa IMMEX. En la estafa, participó de manera activa el delegado en Puebla de la SE, quien extendió un certificado por varios millones de dólares a la red delictiva. Según confió Díaz Mazadiego, lo ocurrido fue transmitido al entonces secretario Ildefonso Guajardo Villarreal.
También le fue denunciada, en diferentes ocasiones, el supuesto retorno o exportación de productos manufacturados —ingresados al país vía IMMEX— en contenedores fantasma.
¿Cómo ha sido posible la continuidad de un funcionario con tal historial y expediente de omisiones? “Es su negocio”, dicen unos; “es amigo muy cercano a la pareja que manda en la Secretaría: la de Graciela Márquez Colín y la del economista Gerardo Esquivel Hernández”, aseguran otros.
El desorden salpica a Ernesto Acevedo Fernández, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad…
En medio del caos, sobra el dinero para el pago de complicidades, sobornos y negocios sucios: tan sólo el mercado textil genera entre 25 y 30 mil millones de dólares anuales y, datos de la CANAINTEX refieren 60 por ciento de ese monto en la ilegalidad.
A Crónica le fueron reveladas sábanas de empresas involucradas en este tipo de desfalcos: depósitos consecutivos de 6 mil millones de pesos, 9 mil millones y 23 mil millones, los cuales se esfumaron mediante retiros en efectivo.
PUERTAS CERRADAS. “Esto no es de una sola persona, es una red con fichas en las distintas instituciones implicadas: Economía, Hacienda, SAT, Aduanas… Si corrompen ahora a los militares, ya no nos quedará nadie, nada más faltará que baje Dios”, dice Juan Ayub.
“Todo lo que entre al país a precios reales, aunque sea más barato que el de nosotros, pero que se importe derecho, sea legal y pague impuestos, bienvenido. Lo que deseamos es que nos dejen trabajar y competir. Cuando pasan los contenedores ilegalmente, los de AGA nos dicen: ´no puedo hacer nada, traen un papel de Economía y me puedo meter en un problema administrativo si los paro´. Les pediría que meta las manos, para que al menos le cueste trabajo a los contrabandistas, es por el equipo”.
—¿Le han expresado sus inquietudes a la secretaria Márquez? —se le pregunta.
—Ella anda en otro canal. Ha dicho en días recientes que ya mantiene conversaciones con los CEO de no sé cuántas empresas globales para que inviertan en México. Qué bueno, pero ¿por qué presumir una supuesta inversión extranjera si a los nacionales no nos ha recibido?, ¿no debería sentarse primero con los nacionales y preguntar: qué necesitan? Y lo que necesitamos es que paren ya las importaciones desleales de prendas temporales.
Sin control, vigilancia ni saneamiento, las redes de contrabando crecen, evolucionan y migran a otros delitos…
“Primero contrabandeaban textiles, le agarraron el modo y ahora se dedican a pasar contenedores con lo que tú quieras —devela Espinosa Maurer, de CANAINTEX—. Las bandas migran: fortalecen su estructura financiera, compran protección y van por crímenes peores. Hemos conocido historias en las que migran, por ejemplo, de textiles a pornografía infantil. Lo que buscan son crímenes cada vez más rentables”…