Recurrir de nueva cuenta a subsidios o programas de asistencia en el país, como planteó alguno de los candidatos a la presidencia, causará, entre otras cosas, que se obtengan menores recursos para la inversión productiva para el combate a la pobreza o para mejorar los servicios de salud, educación y seguridad.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), indicó que lo anterior es causa de que se inhibirían los estímulos para que los inversionistas construyan la infraestructura necesaria para dotar al consumo de dichos productos.
Hace unos días, Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia por Morena, planteó fijar los precios de productos estratégicos para la actividad económica, estrategia que implicaría serios desequilibrios para el mercado, propiciando efectos tan negativos que al final del día, terminarán afectando a los que menos tienen, justo a aquellos que el discurso dice beneficiar, señaló el organismo en su reporte semanal.
El CEESP mencionó que esta estrategia no es sostenible en el mediano y largo plazos, por lo que una vez que no hay manera de seguir financiando este tipo de políticas, generalmente se decide concluirlas sin un plan de compensación bien estructurado, por lo que finalmente redunda en un agresivo ajuste de precios al nivelarse a las condiciones del mercado, afectando el poder adquisitivo de los hogares.
Ejemplo de ello, mencionó, en febrero de 2017 los precios de las gasolinas alcanzaron su máximo incremento anual cuando llegaron a reportar alzas de 26 por ciento en la de bajo octanaje y 30.7 por ciento en la de alto octanaje. De la misma manera, a finales de ese año el gas LP superaba en 44.1 por ciento el precio reportado doce meses antes, según los indicadores de precios al consumidor.
El Dato: Las políticas asistencialistas simplemente contribuyen a perpetuar la pobreza.
“La responsabilidad rectora de un gobierno se manifiesta en generar el ambiente propicio para que la economía funcione, de tal manera que el beneficio sea generalizado, evitando privilegiar a los grupos de mayores ingresos en el país”, menciona el documento.
El centro puntualizó que cuando el Estado decide intervenir a través de la fijación de precios, que generalmente es por debajo del precio de mercado con la intención de beneficiar a algún sector o grupo a través de subsidios, es un hecho que la oferta de ese bien se ve afectada debido a que el incentivo para producirlo se reduce, y lo cual generará que los dueños del capital prefieran invertir sus recursos en otro sector o actividad, en la que los precios no respondan a factores artificiales.
Con todo lo anterior, las políticas asistencialistas simplemente contribuyen a perpetuar la pobreza, toda vez que la regresividad de los subsidios va en contra de cualquier beneficio de la población que más lo requiere, además de que contribuye directamente a elevar el déficit de las cuentas públicas.
Esa pérdida, que además será de nuevo por el impuesto inflacionario resultante posteriormente, afectará a la población con menores ingresos, ya que verán reducido su poder adquisitivo.