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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Sale mal apuesta a cartas paralelas

Reforma. Moisés Ramírez. Monterrey, México (03 septiembre 2018).- A México no le ha ido bien con las cartas paralelas (“side letters”) que ha suscrito con Estados Unidos para garantizar el flujo de sus exportaciones sin arancel a ese país.

El caso de la apertura del mercado de edulcorantes (azúcar y fructosa) bajo el marco del TLC es el ejemplo.

Según lo establecido en el acuerdo, México podía exportar todos sus excedentes de azúcar al mercado estadounidense a partir de enero del 2008.

Pero también establecía que si antes de esa fecha el País tenía dos años consecutivos con superávits de azúcar, al siguiente ciclo México podía exportar sus excedentes a Estados Unidos.

Dicho volumen debería resultar de restarle a la producción nacional el consumo nacional de azúcar, y la industria azucarera sí cumplió con ese requisito, pero no pudo enviarla allá, recordó Carlos Blackaller, presidente de la Unión Nacional de Cañeros.

Explicó que las cartas paralelas que firmaron Michael Kantor y Jaime Serra Puche, cuando fungían como Secretarios de Comercio de sus países, cortaron esa posibilidad entre 1994 y el 2008.

Y es que las “side letters” incluyeron en la ecuación a las importaciones de fructosa, las cuales venían al alza principalmente por la mayor demanda de la industria refresquera, lo que redujo en 80 por ciento el volumen técnico, o excedentes, que los ingenios azucareros podían exportar a la Unión Americana.

Para apoyar a los productores de maíz de Estados Unidos y a sus productores de azúcar, sostuvo Blackaller, el Gobierno estadounidense ignoró el TLC y se acogió a las cartas paralelas.

“De 1994 al 2008 nos rigieron con las cartas paralelas, salvo un par de años en que Estados Unidos necesitó importar azúcar. Del 2014 a la fecha nos han regido acuerdos que sólo nos permiten enviar a través de cupos”, añadió Blackaller.

El lunes pasado, Estados Unidos y México suscribieron un nuevo acuerdo comercial y, en la renegociación, el Gobierno mexicano informó que adquirió un “seguro” contra de amenazas arancelarias de Estados Unidos que afecten al sector automotriz.

En entrevista, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, señaló que el blindaje está previsto con cartas paralelas con validez jurídica y que negociaron los dos países.

Las cartas, aseguró, evitarían la aplicación de aranceles bajo argumentos unilaterales, como el de la seguridad nacional de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial estadounidense.

Un analista del sector automotriz advirtió que si Estados Unidos ignora esas cartas y aplica el arancel de 25 por ciento a las exportaciones mexicanas de autos, las consecuencias serían graves no sólo para el mercado de su país, sino para la industria mexicana del sector.

“Los americanos estiman que si se le impone un arancel del 25 por ciento a las exportaciones de vehículos mexicanos, la caída en la demanda allá podría ser de un millón de unidades, lo que representa como un 10 y 12 por ciento.

“Y a México eso le traería una baja en producción y caídas en empleos. El no respetar esas cartas podría provocar una desaceleración muy fuerte en un sector que está sólido”, advirtió.

En audiencia pública organizada por el Departamento de Comercio estadounidense en julio, el Embajador de México en ese país, Gerónimo Gutiérrez, indicó que al aplicar esa medida, se reduciría la producción de automóviles en 1.5 por ciento, costaría 200 mil empleos y los consumidores pagarían más para comprar un vehículo.

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