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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Reciclar la ropa vieja permite completar el ciclo de vida de la prenda

Arena Pública. La ropa tiene un ciclo de vida roto: se compra pero no la reciclan.

Hacer de la moda algo sostenible no es imposible, solo que por lo general la gente se desentiende de sus prendas viejas, es extraordinario quien la dona o la vende para un segundo uso.

Una prenda de vestir se compra, es usada una, dos, tres, 50 veces, luego se desgasta y sin más, se desecha. Así, termina durante años en el tiradero basura en espera de que el suelo la descomponga.

Al igual que con el pet, las pilas y baterías, el papel y el cartón, entre otros materiales, la ropa también se recicla.

La reutilización de las fibras de textiles contribuye a reducir el impacto al medio ambiente y a ahorrar recursos naturales.

Para cultivar el algodón que se requiere en una camiseta se gastan hasta 2 mil 900 litros de agua. En la cosecha se utilizan pesticidas, transportarla implica emisión de contaminantes. Todo para una expectativa de vida de 3 años con el comprador inicial, que por lo general será el último.

El fast fashion produce hasta 8 temporadas al año, cuando antes eran 4. La sobreproducción de textiles convierte a esta industria en la segunda más contaminante. Al año se tiran 92 millones de toneladas, según el Congreso de Moda de Copenhague. El 95% de esos desechos se pueden reciclar.

H&M es la primera marca en impulsar la sostenibilidad como valor de marca. En 2013 lanzaron una iniciativa de reciclaje de ropa, la llaman “Recogida de ropa” y está disponible en todas sus tiendas.

Anuncio publicitario de la iniciativa “Recogida de ropa” de H&M.

Las prendas son recicladas de tres maneras:

Las que puedan reaprovecharse se venden como artículos de segunda mano;
Las que están en mal estado los usan para hacer otras colecciones con tela reciclada o paños de limpieza
Aquellas que no se puedan reutilizar, serán tratadas para volver a ser fibras textiles o para fabricar otro tipo de fibras.

Según la empresa, el dinero que obtengan de la recogida de ropa lo invertirán en investigaciones sobre reciclaje textil y proyectos sociales.

Cada tienda de H&M tiene un contenedor de reciclaje, donde se puede depositar todo tipo de prendas sin importar la marca o estado. Lo recopilado se lleva a la planta de reciclaje más cercana, donde la clasifican manualmente. A cambio, el cliente recibe un cupón de descuento para comprar artículos nuevos por cada bolsa de ropa que deposite.

Esta iniciativa logró reciclar ocho toneladas de ropa en 2016 y 15 toneladas en 2017 en México.

El grupo Inditex quiere convertir a Zara en su principal marca sostenible, no es casualidad que escojan a la tiendan que hace competencia a H&M. El año pasado formaron una alianza con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para financiar proyectos de creación de nuevos tejidos reciclados de alta calidad. Además tiene un programa similar al de su competidora sueca.

Otra manera de reciclar ropa es intercambiándola en mercados de segunda mano.

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