No es por ponernos malinchistas, pero en el mundo no todos ven los productos mexicanos con buenos ojos. ¿Te conviene conseguir el distintivo Hecho en México?
Dependiendo de tu nivel de patriotismo, chovinismo o nacionalismo, este fin de semana festejarás la Independencia de México, la pelea Canelo-GGG, o nada. Fuera de ideologías, te conviene saber que en estas fiestas los mexicanos gastan más en adornos, alcohol y otros productos nacionales. Una forma de unirte a este mercado puede ser a través del distintivo Hecho en México, que identifica a los productos para que sean reconocidos fácilmente.
El logo fue lanzado hace cuarenta años en la presidencia de José López Portillo para fomentar el consumo de productos nacionales en el extranjero, y puede ser encontrado en más de 160 países. Se usa principalmente en la industria textil, gastronómica, de bebidas alcohólicas, juguetes y artesanías, pero cualquier producto puede llevarlo.
En México sí sirve
Y sirve tanto que algunas empresas basan sus campañas de marketing alrededor de este distintivo. También usan el hashtag #HechoEnMéxico y, según la plataforma Hashtagify, el término tendrá un crecimiento en búsquedas esta semana de fiestas patrias. De hecho, desde que Trump empezó su retórica antimexicana, la venta de productos nacionales ha ido en aumento, así como el apoyo de los consumidores.
Según una encuesta de Linio, los consumidores están dispuestos a pagar la misma cifra por un producto nacional que por uno extranjero; además, el 40% de los encuestados pagaría más por un producto que cumpla con las reglas de ser mexicanos, originales y de calidad. Por último, el 19% ha comprado para apoyar al productor y 14%, para apoyar a la economía del país. Todo esto se traduce en que la tendencia de comprar lo hecho en México está creciendo, lo que le da más oportunidades a emprendedores mexicanos. A esto hay que sumarle la promesa de campaña de Andrés Manuel López Obrador de reducir las importaciones y aumentar el consumo de productos mexicanos.
En el mundo, depende de lo que quieras vender
El año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto volvió a darle peso al distintivo Hecho en México y aseguró que sirve para posicionar los productos nacionales en el mercado extranjero. En este sentido, lo importante es ver de qué tipo de productos se está hablando. Según un estudio, actualmente el significado de una etiqueta de origen es mucho más importante que nunca, ya que el volumen de mercancías internacionales nunca ha sido tan grande. En la mente de los consumidores, la etiqueta representa el comercio justo, el diseño y la seguridad de un producto.
En el estudio se investigó la percepción de marca país; es decir, qué tan confiables y buscados son sus productos por consumidores extranjeros. Alemania tiene el primer lugar y una calificación de 100; en cambio, México tiene 37. Por otra parte, según el Country Brand Index, México tiene la tercera mejor marca país de América Latina. Hay que tener en cuenta el sesgo de nacionalidad; básicamente, dice que las actitudes, percepciones y hábitos de compra del consumidor cambian de acuerdo con el país de origen de algún bien.
Esto significa que un tipo específico de productos mexicanos son más buscados que otros. Por ejemplo, en cerveza, tequila, aguacate, mezcal, jitomate y básicamente, alimentos y bebidas, si dice Hecho en México, el distintivo sí lo ayudará. Por el otro lado, aunque algunos especialistas ven en nuestro país, y especialmente en Guadalajara, el potencial para una gran industria de la tecnología, en general persiste la visión de un país de tercer mundo. Para estos consumidores, los productos mexicanos (fuera del tequila y la comida) no son atractivos.
Cómo conseguir el Hecho en México
Puedes realizarlo completamente en línea a través del Sistema Integral de Normas y Evaluación de la Conformidad (SINEC) de la Secretaría de Economía. Los requisitos para obtenerlo son:
Que el bien sea producido enteramente en México.
Que sea producido a partir de materiales que califican como originarios de conformidad con los Tratados o Acuerdos Comerciales de los que México participe.
Que sea elaborado con bienes no originarios, pero que resulta de un proceso de producción en México.
Que el valor de transacción de los materiales no originarios no exceda del porcentaje establecido para cada sector respecto del valor de la transacción de la mercancía.