Poner en el mercado artículos de contrabando a través de Tianguis del Bienestar, como prendas de vestir y telas, como lo propone el Presidente Andrés Manuel López Obrador, podría dañar la salud del consumidor.
No se tiene certeza sobre si la fabricación de estos productos siguió normas de seguridad ni tampoco los lugares donde fueron almacenas, destacó Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).
Se tendría que cuestionar cómo están almacenadas las prendas, pues las 300 bodegas que el Presidente reportó estaban llenas de esos productos pueden ocasionar también peligros para la salud, como algunas plagas o humedad, expresó Espinosa.
“Hay ciertos riesgos, dependiendo de cómo estaban almacenadas y tratadas, los cuales se pueden evitar si es que se llevaron a cabo todos los controles que tiene la industria formal”, afirmó.
Incluso, agregó Espinosa, muchas de las prendas y productos ilegales fueron embargados por no cumplir las normas de seguridad y salud.
“Las prendas que se fabrican deben cumplir con normas y reglas de producción y almacenaje que evitan este tipo de cosas.
“Por ejemplo, que no se almacenen en humedad, se empaquen bien, que el consumidor pueda estar seguro que son nuevas, por algo estaba prohibido la venta de ropa usada sin control alguno”, explicó Espinosa.
Apuntó que actualmente se tiene un discurso sobre la necesidad de la trazabilidad de los productos, control, formalización de la industria y la erradicación del trabajo infantil.
Sin embargo, al no saber el origen de las telas de contrabando se corre el riesgo de incurrir en esos puntos que se buscan combatir, manifestó.
“Tanto que está en el discurso la erradicación del trabajo infantil, ¿cómo sabemos quién las produjo?, ¿cómo las produjo?, ¿por qué fueron decomisadas?”, cuestionó.
El representante del sector vestido recordó que ya se había conseguido que ese tipo de mercancía fuera destruida.
En 2001, recordó, hubo un convenio de colaboración firmado con los organismos empresariales de la cadena textil con la Administración General del Destino de Bienes, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Además, apuntó que había un comité de seguimiento en donde dicha administración informaba mensualmente por escrito el inventario de los productos, pero ahora no se tiene conocimiento acerca del volumen.
“No conocemos el inventario que hay, lo hemos solicitado, ¿qué hay ahí?, ¿quién tiene el control de ese inventario?, no sabemos, no tenemos esa información, estamos ciegos en esa información”, agregó el presidente de la Canaintex.