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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Mexicanos ‘se visten’ con este negocio ilegal que va en aumento

El Financiero. Diana Nava. México y Estados Unidos no sólo son grandes socios en negocios establecidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, también lo son en uno ilegal, pues hasta ahora la parte mexicana no ha aprobado en el acuerdo la importación de ropa estadounidense usada.

Un ciudadano de Estados Unidos se despoja anualmente de cerca de 35 kilos de ropa, lo que convierte al país en el primer exportador de ropa de segundo uso del mundo, según organizaciones estadounidenses.

El comercio de este producto está prohibido debido a un tema fitosanitario y sólo se puede importar “cuando existe una declaratoria de emergencia o de desastre vigente”, aseguró la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) mediante correo electrónico.

Una nota publicada en el Diario Oficial de la Federación en diciembre pasado señalaba que la importación de ropa usada está dentro de las mercancías por las que no procede el tránsito internacional por territorio nacional.

“Está prohibida su importación a México, incluso en los términos del TLCAN y está prohibida en la tarifa del impuesto general de importación”, dijo Raúl García, director de Fashion Outlet México.

Cifras de la Comisión de Comercio Internacional de EU revelan que en 2017 dicho país envió a México indumentaria usada por un valor de 23 millones de dólares, 11.7 por ciento más que un año antes.

En contraste, según el Sistema de Información Arancelaria Vía Internet, ese año las importaciones de ropa de segundo uso desde EU tuvieron un valor de 269 dólares.

México es el séptimo mayor receptor de las prendas usadas por estadounidenses, según cifras a diciembre de 2017 de la Comisión.

La suerte de México como proveedor de EU es distinta, pues pasó de ser el primer vendedor de ropa nueva en 2000 al quinto en 2010.

Las importaciones ilegales, sostuvo Canaive, tienen un impacto de mil millones de dólares anuales en la industria nacional.

La mercancía, según Carlos José Alba, investigador del Colegio de México, proviene principalmente de organizaciones benéficas. “Hay contrabando técnico, que es usar mecanismos aparentemente legales, pero cambiándoles el estatuto a las prendas para hacerlas pasar de otro modo o hay el contrabando ‘bronco’, que es ocultando las prendas o pagando un impuesto no oficial llamado corrupción a la gente que controla la entrada”, aseveró.
Playeras de 10 pesos

En el mercado de San Juan, al oriente de la Ciudad de México, es posible caminar por un pasillo exclusivo para la venta de esta mercancía.

Playeras con leyendas estampadas en inglés se venden en 10 pesos.

En la misma sección, que se extiende por tres cuadras, también es posible hallar prendas aparentemente cuidadas, colgadas y de marcas reconocidas. Unos pantalones Levi’s pueden comprarse en 50 pesos y una camisa Ralph Lauren en 80, comprobó El Financiero.

“Se trata de buscarle”, señaló Frida, quien acude a mercados como este y otros en Venustiano Carranza en busca de ropa para revender en su página de Facebook que logra ‘colocar’ como ‘vintage’ en 450 pesos.

En MercadoLibre anunciantes ofrecen 100 piezas de “ropa americana” por 2 mil 100 pesos “recomendable para vender en tianguis”.

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