WASHINGTON.- Las manufactureras de Estados Unidos están instando al presidente electo Donald Trump a que se distancie de su retórica amenazadora respecto al comercio y adopte una posición matizada frente al intercambio con México y China, a que evite medidas como aranceles unilaterales y se concentre en las negociaciones.
Grupos de presión corporativos, algunos presidentes ejecutivos y legisladores también dijeron que incluso esperan persuadir eventualmente a Trump de que los acuerdos de libre comercio pueden ayudar al crecimiento de la economía de Estados Unidos y a generar empleos.
Por ahora, estos grupos se preparan para mayores tensiones en el intercambio con China y posibles cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá.
Trump ha dicho que retirará a Estados Unidos del TLCAN a menos que se renegocie de una forma que lo satisfaga y que declarará a China un manipulador de su moneda para obligar a mejores términos en las negociaciones comerciales.
Las insinuaciones de Trump de que su Gobierno podría imponer aranceles generalizados de 45 por ciento a los bienes provenientes de China han motivado amenazas de represalias en medios estatales chinos contra las exportaciones de soja de Estados Unidos y compañías como Boeing Co y Apple.
Sobre la renegociación del TLCAN, grupos del sector manufacturero tienen un mensaje claro para el equipo de Trump: Primero, no dañen a las exportaciones de Estados Unidos.
“Hay 2 millones de empleos en el sector manufacturero en este país que dependen de nuestra relación comercial con Canadá y México”, dijo Linda Dempsey, vicepresidenta de asuntos internacionales de la Asociación Nacional de Manufactureros. “Así que a medida que avanzamos, ciertamente no queremos poner esos empleos en peligro”, agregó.
El presidente ejecutivo de Ford Motor Co, Mark Fields, dijo el martes que la compañía seguiría adelante con sus planes de trasladar la producción de su vehículo compacto Focus a México, una medida que recibió críticas de Trump durante la campaña.
“Hemos establecido nuestra estrategia corporativa basándonos en los acuerdos comerciales”, dijo Fields a CNBC, agregando que un arancel de un 35 por ciento a las importaciones desde México dañaría a toda la industria automotriz estadounidense.
“Obviamente el Congreso y el presidente siempre pueden revisar todo, pero deben tener en mente que la producción y la cadena de suministros están profundamente integradas en los tres países y que esa integración también apoya a muchos empleos en Estados Unidos”, agregó.