Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
veces eso de querer quedar bien puede resultar contraproducente, y si no vea lo que sucede en el Centro Nacional de Control de Energía, el Cenace, a cargo de Alfonso Morcos.
Empresas generadoras que participan en el mercado están viendo mano negra en el despacho eléctrico. Esto es, consideran que existe discrecionalidad en el orden en que las plantas entran en operación para generar electricidad.
Considere que además de CFE, el Cenace determina el curso de la electricidad que producen compañías como Enel, Iberdrola, Generadora Fénix, Zuma Energía, entre otras.
Pues en el sector privado, principalmente de proyectos renovables, hay reclamos por los criterios que utiliza el Cenace, que dicho sea de paso son meramente económicos: mientras más barata sea la generación, ésta se utiliza de modo constante para todo el sistema, y otra, la generación más cara -que utiliza diesel o combustóleo- se destina para los picos de demanda.
Para las empresas, el Cenace está privilegiando la generación más cara de la CFE, que lleva Manuel Bartlett. Pero claro, en la empresa estatal no lo admiten y responden con lo mismo, pues aseguran que son sus unidades de menor costo las que se están quedando fuera.
Entonces, en la medida en que ellos se dicen afectados, los de CFE señalan que el Cenace no está siendo vigilado de cerca, lo que en teoría corresponde a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), un órgano que, por cierto, era autónomo y que ahora está sin presidente formal.
