Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
Pues la semana pasada llegó al Senado la terna presidencial que definirá al presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ese cargo que quedó vacante desde junio pasado tras la renuncia forzada de Guillermo García Alcocer.
Si ya se da por descontado que ese órgano regulador ha perdido autonomía tras un incesante golpeteo desde Palacio Nacional y la designación de comisionados a modo del Gobierno, ahora la terna para elegir al presidente de la CRE es la cereza del pastel.
Dos casos llaman la atención.
El más curioso es el de María del Rosío Vargas Suárez. No porque su nombre propio parezca tener una falta de ortografía, sino porque apenas en 2016 esta economista por la UAM Xochimilco fue coautora de un libro del que Manuel Bartlett, ahora director de CFE, es coautor:
“Reforma Energética: el poder duro y consensuado para imponerla”, editado por el Senado de la República.
¿Será por eso que se dice que Rosío Vargas es la ‘destapada’ para presidir la CRE hasta diciembre 2022?
Otro caso es el de Alfonso López Alvarado, un ingeniero químico por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Ésta es su segunda vez en la lista, pues AMLO ya lo había candidateado en abril cuando se renovaron otras sillas en la CRE, pero no pasó.
El tercer nominado del presidente es Leopoldo Melchi García, ingeniero químico por la Universidad Veracruzana.