Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
El plan para llevar gas natural a la Península de Yucatán por medio de un barco de proceso y almacenamiento, conocido como Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación (FSRU para los enterados), está haciendo agua.
Ya no figura entre las alternativas preferidas de la CFE, a cargo de Manuel Bartlett.
Este proyecto del Centro Nacional de Control de Gas Natural, de Elvira Daniel Kabbaz, para instalarse en la Terminal Marítima de Dos Bocas, todavía vivía hasta hace unas semanas, pero tras la entrada en operación del ducto marino perdió fuerza.
Ayer, Miguel Reyes, director de CFEnergía, la filial de CFE responsable del manejo de gas natural, planteó distintas alternativas para llevar el combustible al sureste y ni pío dijo del barco.
Una de las alternativas que mencionó fue la de construir un ducto que se conecte con el único gasoducto que tiene la Península, el Mayakán. Esto porque el ducto marino que baja desde Texas a Tuxpan, recién estrenado, no puede llevar gas de manera directa hasta la Península.
Otra alternativa es que Pemex, una vez que produzca más gas, pueda inyectar a Mayakán el equivalente de lo que la CFE pueda entregar en otro punto donde Pemex lo requiera, es decir, un swap.
Lo que sí garantizó es que en menos de un año debe quedar resuelto el suministro, pues la propia CFE requiere 310 millones de pies cúbicos diarios en la Península y todavía van a instalar una central más, la Mérida IV.