México se encuentra en desventaja frente a Estados Unidos y la política comercial que anuncia Donald Trump, Presidente electo de esa nación, porque olvidó fortalecer su industria, dejó morir a Pemex, desestimó los apoyos al campo y no generó el valor agregado que el TLCAN le permitió para ser competitivo. México requiere de una perspectiva estratégica; un plan de acción a 50 años, dice en entrevista con SinEmbargo Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República.
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).- México no puede negociaren una “situación ventajosa” con Estados Unidos ni con ningún otro país, si no está fortalecido internamente. Con Petróleos Mexicanos (Pemex) carcomido por la corrupción, una política industrial deficiente y el abandono al campo, no hay Presidente ni política exterior que ofrezcan la certidumbre que el país requiere, dice en esta entrevista a Gabriela Cuevas Barrón, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República.
La Senadora del Partido Acción Nacional (PAN) considera que el principal punto débil de México es que no existe una estrategia acertada para el desarrollo del país, que esté libre de intereses políticos y enfocada a incrementar la productividad y competitividad.
Wilbur Ross es la persona elegida por Donald Trump como Secretario de Comercio, de acuerdo con la información de un funcionario de alto rango del equipo de transición del magnate que solicitó anonimato y difundida por Yahoo Finance. Un día después del triunfo de Trump, Ross dijo que la dependencia de México con Estados Unidos es tan grande que su vecino al sur tendrá que ceder en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América el Norte (TLCAN).
“No habrá guerras comerciales, y diré por qué: veamos al peso mexicano. La razón por la que ha colapsado es porque todo mundo sabe que los mexicanos tendrán que hacer concesiones. Punto”, dijo Wilbur Ross. “Representamos 80 por ciento de las exportaciones totales [de México]. Eso es enorme […]. Cuando uno es el cliente del 80 por ciento [de las exportaciones] de alguien, ¿realmente peleará conmigo? No, va a negociar”.
Para la legisladora Cuevas, la afirmación de Ross no es del todo cierta. México tiene el potencial para enfrentar la renegociación del TLCAN, pues es un acuerdo que le ofrece grandes beneficios a Estados Unidos.
Con la amenaza de Donald Trump de renegociar el TLCAN y salirse de Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), México requiere revisar las oportunidades que tiene con Asia, específicamente con China, India, Nueva Zelanda e incluso África.
“Hay que voltear hacia China, que hoy quiere ocupar el espacio que no sabemos si Estados Unidos va a dejar; hay que voltear a distintos mercados como la India, que si bien es complejo y proteccionista, hay que entablar el diálogo y ver qué oportunidades existen ahí. Hay que voltear a ver a Australia, Nueva Zelanda; ya nos conocemos, ya hay entendimiento, sabemos qué producimos, qué podemos intercambiar. Hay que voltear a África, México tiene ocho embajadas para todo África; tiene que haber una inversión de México en el mundo también”, destacó la Senadora.
– ¿En realidad México está en la posición que dice Wilbur Ross en cuanto al TLCAN y el TPP? ¿Está a los pies de Estados Unidos?
-Normalmente hemos estado muy orgullosos de su desempeño [de México] para que tengamos un diálogo con el equipo del Presidente electo Donald Trump, y para que también podamos avanzar primero en generar una base de entendimiento y de diálogo sobre las bases reales de cómo funciona el tratado, cómo funciona la frontera y cómo podría integrarse una mejor Norteamérica.
Es importante que podamos tener ese primer paso. En segundo lugar, no podemos pedir a la política exterior que realice lo que no ha hecho la política interior. Mientras México no diversifique sus exportaciones, mientras México siga teniendo una fuerte dependencia en términos de importar productos de China o intercambiar con Estados Unidos nuestras exportaciones, y no estemos abriendo otras puertas en el mundo, claramente no podemos negociar en una situación más ventajosa.
Tenemos que hacer cambios en política interior; por un lado tener una política industrial, es decir, cómo incorporamos a los distintos sectores del desarrollo, de la economía, de las industrias para que realmente puedan gozar de los beneficios de los tratados que tenemos de libre comercio con 46 países. Cómo logramos que nuestra industria tenga sectores que puedan también tener mayor potencia rumbo a la exportación. México básicamente exporta automóviles, electrónicos y productos agrícolas, pero México es mucho más que eso. Necesitamos fortalecer las capacidades internas, porque no habrá ni tratado, ni Presidente, ni otros países que nos convenga.
-Tenemos el caso de Pemex, de cómo se vino abajo la producción. ¿México se equivocó al destruir a Pemex y con una política industrial poco acertada?
-Pemex en gran parte se destruyó solo, y se destruyó en gran parte por la corrupción que ha prevalecido en muchas administraciones en Petróleos Mexicanos, entonces; no es un tema de reformas o únicamente una política gubernamental, sino que también Pemex ha estado mal durante mucho tiempo, prácticamente durante los últimos años. Si vemos la producción de petróleo con la que empezamos en este sexenio y la que tenemos ahora, sí es para dar tristeza, porque los precios internacionales son puestos por el mercado, pero la producción nacional es un tema de estrategia y decisiones nacionales, y con todo y Reforma Energética la producción nacional ha disminuido notablemente; ahí hay un tema grave, que no depende del entorno internacional, sino de nuestras propias capacidades e incapacidades.
-En el abandono al campo, ¿cómo nos toma para enfrentar a Trump?
-Tiene fortalezas en la producción de ciertos alimentos; somos el décimo segundo productor de alimentos a nivel mundial, pero economías que no están tan favorecidas pueden tener mayor producción que la nuestra. Me parece que aquí hay un gran error. México no ha tenido una política industrial donde veamos estratégicamente cómo podemos desarrollar cada industria, cada negocio, cada zona de nuestro país. Mucho se habla de las zonas económicas especiales, de generar desarrollo en el sur del país, pero la realidad es que tenemos cultivos que están acabando con la tierra y el agua, porque no son cultivos que puedan tener un buen manejo. Ni hacemos bien la agricultura, y estamos acabando con nuestros recursos naturales. Entonces, me parece que estamos jugando mucho a la coyuntura, en lugar de tener una profunda planeación nacional que nos hace mucha falta. Necesitamos un México para los próximos años.
-El valor agregado del que tanto se ha hablado, y del que hablan los empresarios, ¿se ha abandonado en los productos mexicanos?
-Algunos, no todos los casos. Hay empresarios muy exitosos que han logrado generar valor y ser muy competitivos en el mundo, pero son los menos. No somos ningunos campeones en generación de patentes, ni tampoco en generación de valor agregado como muchos otros países se han focalizado en generar industrias muy competitivas a nivel global. Insisto, México no va a salir adelante por la mano del mercado, o porque alguien se lo imagina o tenga buenos deseos. México va a salir adelante el día que seamos capaces de sentarnos, hacer una planeación de aquí a 30 o 50 años. Nos tenemos que comprometer viéndolo por México, no por grupos de interés o por quien tiene amigos, palancas o por la corrupción, sino que realmente pensemos en cómo sacar a nuestro país adelante e incorporar a la mitad de la población que está en la pobreza y que merece ser parte de este desarrollo.
-En la cuestión de integración nacional, ¿se desaprovechó todo este tiempo en el que ha estado vigente el TLCAN para fortalecer a nuestros productores mexicanos?
-Yo creo que el tratado fue y sigue siendo una buena herramienta. Sí creo que hay que profundizar en algunas materias y creo que sí le ha hecho bien a México. El saldo del tratado es positivo, pero creo que, como no hicimos suficientemente bien la tarea interna, hemos perdido oportunidades de crecimiento importantes. Si revisamos el crecimiento del PIB per cápita de Brasil en los últimos 20 años y el de México en ese mismo periodo, el país del sur, siendo una economía cerrada y proteccionista, ha tenido un crecimiento porcentual más alto que México. No quiero decir que el modelo de México debe de ser cerrado y proteccionista, lo que quiero decir es que Brasil hizo bien una tarea interna que nosotros pensamos que se iba hacer sola.
-¿Debemos voltear hacia Asia, específicamente a China?
-Hay que voltear hacia China que hoy quiere ocupar el espacio que no sabemos si Estados Unidos va a dejar. Hay que voltear a distintos mercados como la India, que si bien es complejo y proteccionista, hay que entablar el diálogo y ver qué oportunidades existen ahí. Hay que voltear a ver a Australia, Nueva Zelanda. Ya nos conocemos, hay entendimiento, sabemos qué producimos, qué podemos intercambiar. Hay que voltear a África. México tiene ocho embajadas para todo África. Tiene que haber una inversión de México en el mundo.
-Todo parece verse muy negro para México, con lo que dice Trump y Wilbur Ross, quien sería su Secretario de Economía. Y está también el tema del muro. En este contexto, ¿México podría zafarse de esta presión de Estados Unidos? Por ejemplo, de una presión a tal grado de romper el TLCAN, o salirse del TPP, ¿México tendrá margen de maniobra?
-Yo creo que siempre hay que apostar por el diálogo y por lo que la realidad impone. El tratado no solamente favorece a México, también favorece a Estados Unidos y a Canadá, ha sido una sociedad funcional para los tres países. Sí debe haber una actualización del Tratado, seguro la buscará Donald Trump, pero será importante que en la medida que México logre tener una economía interna más sólida y una diversificación comercial, nuestras posibilidades para hacer mejor negociación crecen. No quiero decir que hoy, a la fuerza, nos iría mal, hace falta que el nuevo Gobierno que tendrá Estados Unidos haga la tarea de revisar a fondo cuáles son los saldos del tratado y ahí se darán cuenta que hay muchas cosas buenas para los Estados Unidos y que no les convine echarlo para atrás.
-Ahorita hablaba de un plan a 50 años; las medidas que tome Donald Trump, si las cumple como las ha anunciado, ¿afectaría en un corto plazo al país?
-Sí. Pero tener una planeación a largo plazo me refiero a que sepamos cómo desarrollar nuestra economía con una perspectiva más estratégica que hoy no existe. Ahora si México no hace su tarea todos los días, nadie la va hacer. Es una tarea que tenemos que hacer Gobierno, sociedad, legisladores, todos. No es un tema que sea nada más de empresarios, organizaciones civiles o de Gobierno. Nos toca a todos.