Casi la mitad de la demanda de algodón del sector textil se cubre con importaciones desde EU producidas con semillas transgénicas, un cultivo prohibido en el País, afirmó el Comité Nacional Sistema Producto Algodón.
Las importaciones anuales superan el millón de pacas de algodón, de las cuales 95 por ciento se produce con semillas genéticamente modificadas.
Estas compras completan la demanda de 2 millones de pacas que requiere la industria textil.
Los productores nacionales no pueden satisfacer la demanda porque la Semarnat prohibió, desde 2019, importar semillas híbridas mejoradas, explicó la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).
“Vamos a importar algodón producido con semillas que están prohibidas”, dijo Manuel Espinosa, presidente de Canaintex.
Raúl Treviño, presidente del Comité Nacional Sistema Producto Algodón, dijo que la producción en 2020 fue de un millón de pacas, una reducción de 30 por ciento respecto a ciclos anteriores, cuando era de 1.5 millones a 1.6 millones.
La reducción fue porque se dejó de sembrar 35 por ciento de la superficie del cultivo, a falta de semillas híbridas de última generación necesarias para potenciar la producción.
Texas y Memphis son los principales productores de algodón transgénico estadounidense que surten a la industria mexicana.
“El precio del algodón es fijo, lo que cambia es la distancia y el flete, que representa 20 por ciento del costo (contra el algodón nacional)”, dijo Espinosa.
Debido a esto, la rentabilidad y permanencia del cultivo peligra, pues las semillas tradicionales requieren de más agroquímicos para mantenimiento y producen menos.
Además, se da lugar a la importación ilegal de semillas mejoradas, respecto de las cuales el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) no puede tener la trazabilidad y seguimiento de los materiales sembrados.
Ambos dirigentes resaltaron que lo anterior le resta competitividad a la cadena de valor del algodón y textil, por lo que con su programa conjunto “Del Campo al Aparador”, diseñado para detonar el potencial productivo, urgieron al Gobierno federal a atender estas necesidades.
Enfatizaron que, con la toma de decisiones por parte de las autoridades, para 2024 los productores algodoneros podrían lograr una producción adicional de 500 mil pacas de algodón, 30 por ciento más respecto a las actuales; sembrar en 50 mil hectáreas más y crecer 27 por ciento del PIB en el sector.
Mientras que permitiría a la industria textil generar 150 mil empleos; aumentar 11 por ciento el crecimiento del PIB, incrementar las exportaciones, principalmente a Estados Unidos, y proveer al Gobierno de 23 mil millones de pesos adicionales en recaudación de impuestos.