Si bien el propósito del panel “Creating Value by Giving Workers a Voice” era discutir sobre las mejores formas de involucramiento de los empleados con los valores de la empresa, la conversación dio un giro cuando el Director de Sostenibilidad con proveedores de GAP destacó que era más importante discutir sobre cómo empoderar a los trabajadores para garantizar derechos laborales en contextos complejos como en Asia y América Latina.
Daniel Fibiger, Director de Global Partnerships and Supplier Sustainability de GAP Inc. destacó lo siguiente: “Los programas de involucramiento de empleados están bien y es clave escuchar la voz de los trabajadores a nivel individual pero creemos que debemos enfocarnos en trabajar en los estándares laborales a través del empoderamiento colectivo de los trabajadores en las fábricas. El desafío es garantizar las condiciones laborales sobretodo en contextos difíciles. Por ejemplo, el año pasado en un país de Centroamérica con un contexto de negocios y de libertad de asociación complejos, ejecutamos una evaluación de involucramiento y derechos laborales y encontramos que todo estaba en orden. Unos meses después nos enteramos que la gerencia comenzó a despedir empleados sindicalizados. De alguna manera estábamos midiendo el involucramiento de los empleados con la empresa pero no estábamos logrando garantizar los derechos laborales. Decidimos entonces cambiar el enfoque del programa y en lugar de ofrecer entrenamiento para el involucramiento pasamos a ofrecer entrenamiento para fortalecer las capacidades de gobierno de los trabajadores para garantizar sus derechos en las fábricas”.
Fibiger agregó que en países como Bangladesh y Cambodia el asunto estratégico es trabajar en mejorar la comunicación para abordar los asuntos laborales desde una perspectiva de derechos. Criticó la idea de aplicar una receta única para abordar los asuntos laborales en diversos contextos y prefirió abogar por enfoques de gestión flexibles y localizados.
La gestión de los asuntos laborales en la cadena de valor cobró de inmediato relevancia cuando la moderadora del evento Lin Wang -directora de gestión en la cadena de valor de BSR y ex miembro de la OIT- preguntó a Fibiger por el valor que tiene para GAP trabajar estos asuntos con la cadena de valor.
Fibiger respondió que el valor principal pasa por garantizar los Derechos Humanos y el cumplimiento de las regulaciones y compromisos asumidos en esta materia. Al respecto dijo: “El valor de gestionar estos temas con la cadena de suministro no pasa por un asunto económico, es más bien un principio de inversión sobre lo que es bueno para los negocios. Hay muchas evidencias de que esta forma de conducir los negocios genera beneficios tangibles e intangibles. De cualquier manera la clave pasa por involucrar a nuestros socios de la cadena en estos asuntos. Nosotros no tenemos la capacidad de escuchar la voz de cada uno de los empleados, tenemos más de un millón de trabajadores en el primer eslabón de nuestra cadena de valor, es imposible lograr esto. Y tampoco es un modelo sustentable de abordar los asuntos laborales. Nuestro modelo busca empoderar a los empleados y a la alta gerencia para resolver los asuntos laborales con base en el diálogo y la negociación. El caso de negocios es difícil en nuestra industria pero esto no debe desalentar a enfrentar los desafíos en derechos humanos en nuestra cadena de valor”.
Ante la pregunta la audiencia sobre los desafíos de trabajar con los gobiernos locales a la hora de gestionar estos asuntos laborales en las cadenas de suministro, Fibiger respondió que todavía es un asunto difícil de abordar para la industria textil y aprovechó para anunciar el lanzamiento de un nuevo programa de articulación con gobiernos para el próximo año con el objetivo de promover ambientes de colaboración a través del empoderamiento las instituciones gubernamentales.
“El programa se lanzará el año que viene en Bangladesh donde se coordinará un programa junto al Ministerio de trabajo. El asunto sindical en este país es clave. El número de las asociaciones sindicales que trataron de registrarle el año pasado en Bangladesh tuvieron un 98% de rechazo por parte del Ministerio. El programa pretende trabajar con nuestros socios de la cadena para mejorar el diálogo con el gobierno en sus diferentes agencias y ver cómo abordar estos desafíos. En el programa trabajarán agencias del gobierno de Bangladesh y del gobierno de Estados Unidos, al igual que otros actores claves como los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales. Si bien en este país sólo tenemos 50 fábricas para nosotros es un asunto estratégico porque estamos comprometidos en alcanzar una industria sustentable en Bangladesh”.
Otra pregunta del auditorio se dirigió a conocer la opinión de los expositores sobre las críticas contra la multiplicación de auditorías a la cadena de suministro por generar fatiga y duplicación de tareas a las empresas proveedoras.
Wei Sun, CEO de la empresa familiar china “Sino TYTEX”, con 200 empleados dedicados a la industria del vestido, afirmó ser auditados por Zara, H&M, Uniqlo, entre otras empresas, sin sufrir estos problemas.
“Hemos pasado las auditorias fácilmente sin problemas, fatigas o angustias. Creo que nuestra estrategia de sustentabilidad ha logrado una integración tal que permite que la recolección de información no genere problemas, que creo que es donde se encuentran las mayores dificultades de las auditorías, en recolectar la información. Además, contamos con una cultura corporativa que hace que todos nuestros empleados representen nuestros valores y principios. Y finalmente, cumplimos con las regulaciones laborales, nuestros salarios son 20% más altos que el promedio de la industria”, afirmó Sun.
El representante de GAP sugirió la necesidad de crear un modelo integrado que convine las auditorías tradicionales con nuevas formas y tecnologías de información que permitan conocer en tiempo real el estado de las condiciones laborales de la cadena.
“Creo que los actuales modelos no nos presionan lo suficiente para cambiar la dinámica entre los proveedores y los trabajadores. Creo que necesitamos nuevos modelos más integrados que cambien las relaciones de poder en las fabrica, hasta que no resolvamos eso no lograremos abordar los asuntos claves”, finalizó.
Cobertura especial en el BSR16 en NY: María Julia Arana