Fuente: El Semanario, Negocios, Redacción
Las relaciones comerciales con los Estados Unidos sigue siendo bipolar, ya que por un lado se apuesta a la Aprobación del T-MEC, pero México también exigen la eliminación de aranceles al acero y al aluminio y hasta este momento, ninguna de las cosas ha sucedido.
Ciudad de México.- La fracción demócrata del Congreso de los Estados Unidos está reacia a aprobar la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), esto a pesar de los esfuerzos de los cabilderos del gobierno de Donald Trump para tratar convencer a sus adversarios políticos de que voten a favor de este nuevo acuerdo comercial.
Este escenario se ha mantenido desde las elecciones de noviembre pasado en los Estados Unidos, donde los demócratas recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes y con esto, el T-MEC ha quedado detenido e incluso podría ser modificado nuevamente.
Los demócratas no ceden con el T-MEC
El ambiente es de mucha tensión y con pocas posibilidades de que alguien en el los Estados Unidos ceda terreno para la aprobación del T-MEC, sobre todo luego de que los demócratas “dieron una fría bienvenida” a la campaña que ha iniciado el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, para tratar de convencerlos.
Los representantes demócratas se reunieron con Lighthizer de manera privada en el Capitolio, donde el funcionario intento convencerlos de los beneficios que el T-MEC puede generar, pero todos sus argumentos se quedaron muy cortos ante la firmeza que tienen estos legisladores a en el mejor de los casos, obligar a los tres países miembros a modificar ciertos capítulos.
Según trascendió luego de esta reunión, es que los temas polémicos siguen siendo principalmente en materia laboral y de medio ambiente, ya que los demócratas reclaman que en particular México, no ha puesto en marcha leyes que modifiquen las condiciones contractuales actuales.
En ese sentido, la legisladora Pramila Jayapal, aseguró con respecto a esto, que “cuando no tienes provisiones fuertes para su aplicación, esencialmente están facilitando la tercerización de empleos y malas protecciones para los trabajadores, socavando a los trabajadores estadounidenses”.
Esto complica mucho el panorama tanto para el T-MEC como para nuestro país, ya que si los demócratas no modifican esta percepción y México no apruebe las reformas laborales pertinentes, este tema puede frenar la ratificación de este acuerdo comercial, por lo que aún es impredecible qué pueda pasar y mucho menos, predecir cuándo entraría en vigor.
Los aranceles avanzan
En caso contrario, el tema de los aranceles al acero y al aluminio mexicanos que impuso el gobierno de los Estados Unidos, parece que ha tenido un punto importante de avance en las negociaciones hacia la eliminación de estos gravámenes.
La decisión de Donald Trump de imponer estos aranceles a sus socios comerciales de América del Norte, fue muy criticada y a pesar de todas las presiones para que respetara los lineamientos y los acuerdos pactados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), su decisión fue inamovible argumentando que estos productos son un riesgo para se seguridad nacional.
Sin embargo, como nunca se sabe qué puede pasar en las mesas de diálogo con los representantes del gobierno estadounidense, ahora parece que están dispuestos a ceder y eliminar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de México.
Así lo planteó la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, quien aseguró que las negociaciones con sus contrapartes del gobierno de los Estados Unidos van muy bien e incluso es probable que estos impuestos, sean eliminados antes de que se pueda ratificar el T-MEC.
“Hemos estado en comunicación con las autoridades de EU y los canadienses respecto a la medida 232”, aseguró la funcionaria y aseguró que también han “estado consultando con el sector privado mexicano y creemos que hay oportunidad de negociar la eliminación de los aranceles al acero y aluminio”, afirmó.
Y a pesar de que Márquez Colín no se atrevió a dar una fecha probable para la eliminación de los aranceles, aseguró en declaraciones que retoma El Economista, que “las negociaciones no tienen fecha perentoria”, pero hay “avance”.
Bajo este escenario cambiante, en donde de un día para otro las condiciones pueden ser radicalmente opuestas, no es fácil predecir qué sucederá primero, si se da la aprobación del T-MEC o la eliminación de los aranceles.
