Capital Madrid. Después de algunos meses de negociación, Iberdrola ha anunciado la venta definitiva de la totalidad de Scottish Power Generation, el negocio de generación tradicional de energía eléctrica de su filial británica, a Drax Group por algo más de 800 millones.
La operación queda pendiente ahora tanto de la aprobación de la junta de accionistas de la compañía británica como a la autorización de las autoridades de competencia del Reino Unido. Una vez completada la operación, Iberdrola asegura que tendrá un impacto positivo en los resultados consolidados de este mismo año.
A finales de septiembre, el grupo energético español adelantó que mantenía conversaciones con Drax Group para desprenderse de activos de generación a gas, de hidráulica y de almacenamiento por bombeo en Reino Unido. Scottish Power Generation cuenta actualmente con una capacidad total instalada de generación de energía eléctrica convencional de 2.566 megavatios en Reino Unido
De este modo, la filial británica de Iberdrola, Scottish Power, pasa a ser ahora 100% renovable, energía con un alto potencial de crecimiento en los próximos años.
La venta de este negocio tradicional de energía se enmarca dentro del plan de rotación de activos por valor de 3.000 millones anunciado en febrero por Iberdrola en su plan estratégico 2018 -2022. Junto a esta operación, la eléctrica está estudiando la venta de sus 19 plantas de cogeneración en España con una potencia de 368 MW, dentro del proceso de descarbornización iniciado por la compañía. El dinero ingresado servirá para reforzar su apuesta por la energía limpia.
La operación, aunque de impacto limitado, ha servido para devolver la confianza en la cotización tras los ajustes sufridos desde los máximos absolutos en 6,77 euros alcanzados a principios de julio. Pese a la fuerte sacudida sufrida, al calor del mal momento sectorial y del mercado, el valor parece haber encontrado un firme soporte sobre los 6 euros desde el que se espera un próximo rebote que le lleve a recuperar la tendencia alcista en la recta final del año.
El precio objetivo de la eléctrica se sitúa en torno a los 7 euros, según el consenso del mercado, lo cual supone un potencial de revalorización cercano al 15% desde su actual precio de mercado con una recomendación de compra mayoritaria de comprar o sobreponderar.