Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
Hace más de 16 años, por primera vez Walmart de México, que hoy capitanea Guilherme Loureiro, dejaba la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, que lleva Vicente Yáñez.
En aquel octubre de 2002, lo que llevó a la minorista a dejar la Asociación, fue porque ésta prohibió a sus asociados hacer uso de comparativos de precios en los que se mencionara el nombre y/o los precios de cualquier competidor.
El comparativo de precios había sido fundamental en las campañas publicitarias de Walmart alrededor del mundo, pero especialmente en México, por lo que la cadena simplemente estalló en contra de la ANTAD y la abandonó.
Con el paso del tiempo, la Asociación debió ablandar dicha prohibición y en 2007 Walmart regresó al redil.
Ahora el divorcio anunciado ya no es sólo con la ANTAD desde enero pasado. Todo indica que Walmart quiere dejar de estar atada a cualquier gremio. Por eso su salida de todos los organismos empresariales a los que estaba afiliada.
Ya el año pasado dio una clara señal cuando, aún siendo parte de la Asociación Mexicana de Venta Online, que capitanea Eric Pérez Grovas, no quiso participar en la campaña del HotSale y decidió lanzar su propia campaña de descuentos en línea.
Fuente capitanes Reforma
2.- ¿Es grave la desaceleración china? Empresas de EU dan su respuesta
Empleado maneja un montacaragas con partes de automóvil en la planta de SAIC-GM-Wuling Automobile Co. ubicada en Liuzhou, en la provincia de Guangxi, en China.
Para calcular el alcance de la desaceleración económica de China, empecemos con los montacargas.
Esas bestias de carga de las fábricas son un barómetro de la condición del sector manufacturero. Los cambios en la demanda pueden aliviar o empeorar las preocupaciones sobre China.
Bajo esa métrica, EnerSys ve problemas.
El fabricante de baterías para montacargas, con sede en Reading, Pennsylvania, dijo que esas ventas en China cayeron en el trimestre más reciente, tras aumentar 10% o más a principios de año.
“Hemos visto una desaceleración”, destacó Michael Schmidtlein, director de finanzas de EnerSys. “Dado que los montacargas son un buen indicador de la actividad económica, su economía en general se ha desacelerado y tal vez mucho más de lo que indican las autoridades”.
Los resultados de cuarto trimestre de compañías estadounidenses resaltan las muchas y diversas formas en que el enfriamiento de la economía china afecta a las empresas estadounidenses y, a su vez, ofrecen un vistazo a lo que sucede al interior de China. Los indicios muestran que el crecimiento desacelerado en aquel país es generalizado, aunque sigue siendo modesto.
Para los negocios estadounidenses, las repercusiones se extienden mucho más allá de ventas desaceleradas en las compañías más expuestas a la inmensa economía de China.
Compañías como EnerSys batallan con una demanda más débil de fabricantes de exportaciones en China, que se repliegan entre temores de que las tensiones comerciales empeoren. Los minoristas y otras compañías que atienden a consumidores chinos enfrentan señales de debilidad entre la creciente clase media del país. Sus miembros están comprando menos autos y teléfonos, y viajan menos.
Algunos analistas anticipan que el crecimiento desacelerado de China, y sus efectos sobre las compañías de Estados Unidos, empeore en el primer trimestre.
“La expectativa es que el primer trimestre va a ser terrible”, señaló Brad Setser, quien fue subsecretario adjunto del Tesoro para análisis económico internacional en la Administración Obama y ahora es investigador senior de economía internacional en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Las exportaciones chinas se desaceleraron en diciembre y es probable que aminoren la marcha de forma más drástica en el primer trimestre, indicó Setser, sobre todo si no se resuelven las tensiones comerciales con Estados Unidos: “La pregunta es: ¿acaso la tregua comercial, aunado al estímulo interno de China, podrá volver a colocar a la economía de China en una senda estable?”.
Funcionarios estadounidenses y chinos se reunirán esta semana para sostener negociaciones comerciales antes del vencimiento de un plazo el 1 de marzo. El Presidente Donald Trump postergó en diciembre planes para aumentar del 10% al 25% los aranceles a 200 mil millones de dólares de artículos chinos, dándoles a ambas partes tiempo para concretar un trato comercial integral.
La incertidumbre sobre el camino de la economía china tiene la atención de ejecutivos en Estados Unidos y analistas de Wall Street. Mencionaron a China 225 veces durante conferencias y llamadas con inversionistas para compañías incluidas actualmente en el índice S&P 500 durante la primera semana completa de febrero, la mayor cantidad de veces durante el mismo periodo en al menos una década, de acuerdo con un análisis realizado por The Wall Street Journal con base en transcripciones de FactSet.
Un punto brillante es generado por el gasto continuo de compradores adinerados. Estée Lauder Cos. reveló que las ventas en el mercado Asia-Pacífico, encabezado por China y Hong Kong, aumentaron 20% en la segunda mitad del año pasado.
El joyero Tiffany & Co., que deriva hasta el 30% de sus ventas de consumidores chinos, informó que las ventas en China aumentaron en más de un 10% en el periodo decembrino de dos meses que terminó el 31 de diciembre.
Gene Ma, director de investigación sobre China en el Instituto de Finanzas Internacionales en Washington, D.C., dijo que es probable que reglas del Gobierno para contener la salida de capital, incluyendo límites más estrictos para retiros en cajeros automáticos, deprimieran las ventas a turistas chinos en el extranjero, entre otros factores.
EL PESO CHINO
Pese a la desaceleración, China reportó un crecimiento económico de más del 6% el año pasado, con lo que rebasó sin problemas a Estados Unidos y Europa.
Mas el tamaño de China y su veloz crecimiento en años recientes, junto con la expansión de negocios estadounidenses dentro de su economía, significan que una desaceleración incluso modesta puede hacerse sentir a lo largo de cadenas de suministro que se extienden por todo el mundo.
Muchas compañías dan a conocer sus ventas en Asia y, a menor grado, en China, pero la exposición a la economía china es mucho más amplia.
Compañías como Mastercard Inc., por ejemplo, no tienen actividad directa dentro de la economía nacional de China. No obstante, Mastercard puede ver el efecto de un crecimiento desacelerado, mencionó Ajay Banga, director ejecutivo de Mastercard, a analistas en una conferencia telefónica el 31 de enero. “En vista del tamaño de la economía china, sí impacta el panorama económico global”.
Aproximadamente un tercio de las compañías en el índice S&P 500 no generan ingresos directos de China, de acuerdo con cálculos de FactSet, basados en parte en divulgaciones de las compañías. Otro tercio genera al menos 3% de sus ventas en China. Alrededor de 60 de las compañías estadounidenses más grandes generan 10% o más de sus ventas ahí.
Muchas son compañías de tecnología e industriales que venden componentes a fabricantes que elaboran productos en China para exportarlos a otros lugares, lo que limita su exposición a una economía china desacelerada.
BAJO PRESIÓN
EnerSys, el fabricante de baterías con sede en Pennsylvania, siente la presión de todas partes: una economía china desacelerada, nuevas reglas del Gobierno y la batalla comercial China-Estados Unidos.
La compañía genera alrededor del 5% de sus ventas totales en China y alrededor de 60% proviene del continente americano. Pero produce algunas de sus baterías en China y compite con fabricantes de baterías chinos que venden suministros para sistemas de reserva.
EnerSys señaló que las ventas en Asia en su trimestre más reciente cayeron 11% en comparación con el trimestre anterior. Un mandato gubernamental motivó a uno de sus clientes chinos más grandes a usar más baterías recicladas.
En respuesta a la desaceleración en ventas, EnerSys había planeado usar una fábrica china para elaborar más productos de exportación para Estados Unidos. Esa idea fue descartada cuando Estados Unidos impuso aranceles a las baterías importadas de China. EnerSys dice ahora que exportará de su fábrica china a otros países.
Fuente Reforma
Minimizan pérdidas por robo de luz
El Presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el impacto del robo de electricidad a través de “diablitos” y las pérdidas que ha representado para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el “borrón y cuenta nueva” a deudores del servicio.
Consideró que los montos son menores frente a los miles de millones de pesos que se han tenido que pagar a privados por contratos firmados en Gobiernos anteriores y en condiciones desventajosas para la empresa del Estado.
“En cuanto a la cuantificación, nada que ver con esto que estamos hablando, o sea, muy poquito en comparación, y eso en beneficio de la gente, en comparación con estos atracos”, aseguró.
Explicó que la resistencia civil que hubo en Tabasco y que incluyó una moratoria en los pagos a la CFE, tuvo como origen una protesta en contra de la privatización del sector y de los fraudes electorales.
“Ya el Gobierno de Tabasco se ha hecho cargo de atender este asunto desde la administración anterior y se va a regularizar”, indicó.
“Se hizo en un tiempo, precisamente porque se apostó a la privatización y nos opusimos, además era la privatización vinculada a la antidemocracia, a la imposición de autoridades”.
Nuevamente cuestionado sobre el robo de luz con “diablitos”, aseguró que también se combatirá ese fenómeno.
“Acerca de que se si va a combatir a los que tienen diablitos, desde luego que sí. Es parejo”, expresó.
Sin embargo, criticó que algunos medios de comunicación acusen a “los de abajo”, sin cuestionar los negocios de las grandes empresas.
Sólo durante el primer semestre de 2018, la CFE perdió 25 mil 700 millones de pesos por el robo de electricidad, lo que presentan el 5.71 por ciento de la energía recibida durante ese periodo
A eso se suman las pérdidas por fallas técnicas que, en esos seis meses, ascendieron a 34 mil 253 millones de pesos.
En julio de 2018, López Obrador anunció que se condonarían las deudas de morosos en “resistencia civil” de la CFE, cuyo adeudo asciende a 43 mil 320 millones de pesos.
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