Reforma, Negocios / Capitanes, Redacción.
Aquí le platicábamos la semana pasada que una vez finalizado el acuerdo con tres de las cuatro empresas de transporte de gas natural para redefinir el alcance de los contratos para gasoductos de la CFE, era cosa de días para el arranque del ducto Sur de Texas-Tuxpan, de TC Energía y IEnova.
En principio, se planteó el primero de septiembre como la fecha probable de entrada en operación del ducto, pero hasta ahora nada ha sucedido.
La CFE, que encabeza Manuel Bartlett, no ha dado al consorcio el certificado de aceptación del ducto, cuya construcción concluyó en junio pasado.
Es más, a una semana de haberse logrado el acuerdo, la CFE ni siquiera ha iniciado el trámite para el arranque del ducto, que incluso ya está empacado con gas.
En la propia CFE los ‘inges’ encargados de la operación de las centrales de generación están ansiosos de tener ese gas, pues puede aliviar el suministro en algunas plantas del centro y norte del País.
Para las del sureste todavía es necesario contar con infraestructura adicional que conecte el marino con el gasoducto Mayakán, operado por Engie, y por el que apenas pasan unos 60 millones de pies cúbicos diarios que entrega Pemex cuando la demanda es de 200 millones de pies cúbicos como mínimo