Originalmente, cuando se anunció que este acuerdo se modificaría, la Organización Nacional del Consejo Textil, la Asociación Estadounidense de Manufactureros de Fibras y el Consejo Nacional del Algodón anunciaron, junto con sus contrapartes mexicanas y canadienses, que no deseaban que se cambiaran los reglamentos que determinan origen para este tipo de productos y obtener el beneficio arancelario.
Pero previo al inicio de la ronda que se lleva a cabo en Washington, estas organizaciones de EU publicaron una carta que pide que sí se cambie el principio de "yarn forward" (hilo en adelante), debido a que esto les resta competitividad.
El "yarn forward" confiere origen a las prendas de vestir siempre y cuando los filamentos que integran los textiles se hilen en la región, lo cual permite que los insumos (naturales o artificiales) provengan de cualquier parte del mundo.
Para EU, que tiene una gran producción de algodón y de insumos sintéticos, la propuesta tiene sentido puesto que permitiría que sus recursos se aprovechen.
Los fabricantes de prendas, agrupados bajo la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado, manifestaron que si se cambian las reglas de origen se afectará las cadenas de producción y reducirá la competitividad.