La depreciación del peso y el aumento en la tasa de interés referencial ya pasaron factura al costo financiero del sector público de México, es decir, el pago de intereses y servicio de la deuda.
De enero a septiembre este concepto se incrementó en 14.8% real frente al mismo lapso de 2015, para sumar 305,148 millones de pesos (mdp). De esto, 95.1% se destinó al pago de intereses, comisiones y gastos de la deuda y 4.9% para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.
El gasto en el costo financiero fue mayor a lo previsto en 10,928 mdp, esto debido a la depreciación del peso y mayores tasas de interés, de acuerdo con datos de Hacienda.
En los primeros nueve meses del año el peso perdió 11.20% y operó en un promedio de 18.3 pesos por dólar, frente al promedio de 15.6 pesos de un año antes. Mientras que el Banco de México ha incrementado en lo que va del año tres veces su tasa de interés de referencia a 4.75%, un máximo desde 2009.
“Dichos recursos no generan crecimiento económico ni desarrollo social, fundamentalmente constituyen el pago de intereses por la deuda adquirida en años previos, un pasivo que no tuvo un impacto productivo positivo pero que consume una cantidad creciente de recursos financieros”, dice en un reporte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
En este escenario el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público Federal (SHRFSP), es decir la deuda acumulada total, aumentó 8.1% real a 9.21 billones de pesos, afectado por el tipo de cambio y la adopción de pasivos pensionarios y de jubilaciones de Pemex y CFE
Para 2017 la Secretaría de Hacienda espera que el costo financiero aumente en 18.9% real, debido al deterioro de las condiciones externas y a un mayor nivel de endeudamiento.
Con lo que sumaría por lo menos 568,200 mdp equivalente a 2.8% de, Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) los gastos “obligatorios” como el costo financiero equivalen a 70.8% del presupuesto total del próximo año, cuando en 2015 y 2016 fue del 61.5 y 65.2%, respectivamente.