El Heraldo de México, Mer-k-2, Adrián Arias.
En la última década la producción de gas natural en México acumuló una caída de 30 por ciento, para cerrar con un total de 4 mil 846 millones de pies cúbicos diarios en 2018, cifra lejana a la meta de 8 mil millones de pies cúbicos que se estableció en la Reforma Energética para ese año.
Este escenario provocó que las compras al exterior se dispararan 194 por ciento en el mismo periodo, generando una elevada dependencia del gas importado de Estados Unidos, y para comenzar a reactivar el sector en nuestro país es necesaria una inversión de al menos 100 mil millones de pesos.
El gas natural es de suma importancia para México, ya que se utiliza para producir cerca de 60 por ciento de la electricidad que se consume; sin embargo, es uno de los eslabones más débiles de la industria energética nacional ya que entre 2010 y 2018 su producción pasó de 6 mil 918 millones a 4 mil 846 millones de pies cúbicos diarios, acumulando una caída de 30 por ciento, de acuerdo con datos del Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía (Sener).
La producción observada en 2018 está 40 por ciento por debajo de la meta de producción de 8 mil millones de pies cúbicos diarios que se estableció en la reforma energética.
De hecho, la exposición de motivos de la reforma planteaba un panorama más ambicioso para el futuro, ya que para 2025 estableció una meta de 10 mil 400 millones de pies cúbicos diarios, escenario que genera dudas en los analistas.
La caída en la producción ha obligado a México a depender de las importaciones, en donde 94 por ciento de ellas provienen de Estados Unidos: “El asunto más importante en este tema es la seguridad energética, no podemos depender de un solo país”, ha comentado Héctor Moreira, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Entre 2008 y 2018 las importaciones pasaron de 447 millones de pies cúbicos diarios, a mil 318 millones de pies cúbicos, lo que implicó un incremento de 194 por ciento. El gasto que México tuvo que destinar para traer gas natural del extranjero creció en 44 por ciento en el mismo periodo, al pasar de mil 423 a 2 mil 43 millones de dólares, según datos de la Sener.
De esta forma, México es el único país que tiene alta dependencia de gas natural, ya que ningún otro importa más de 52 por ciento de gas de otra nación. Alemania compra a Rusia 46 por ciento; el mayor proveedor de Italia aporta 35 por ciento del gas natural; mientras que Japón no compra más de 25 por ciento a un solo proveedor, de acuerdo con un análisis de Abel Hibert, subjefe de innovación y análisis de la Presidencia de la República.
“Tenemos que diversificar nuestro suministro de energía, así como las fuentes de generación. Nuestra gran dependencia de las importaciones de gas es nuestro mayor riesgo estratégico”, afirmó Hibert.
Este escenario ha generado preocupación entre los empresarios, quienes desde abril de este año han señalado que es insuficiente el suministro del combustible a través de los ductos: “El tema del gas natural es muy preocupante porque vemos que estamos en el límite de presiones y esto quiere decir que tenemos muy poco gas empaquetado en los tubos”, ha señalado el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos.
Esta situación ha afectado a industrias como la del vidrio, acero y petroquímica, entre otras, que utilizan el gas natural para sus procesos.
“La caída de la producción de gas natural obedece a una desinversión en los proyectos de exploración y producción”, afirmó Arturo Carranza, experto de la consultoría Mercury.
Datos de Pemex señalan que su inversión en este rubro observó una caída de 40 por ciento entre 2011 y 2018 al pasar de 21.51 mil millones a 13.65 mil millones de dólares entre 2011 y 2018.
Además, otro de los factores que debilitan al negocio de gas natural en nuestro país es su bajo precio. En la región de Norteamérica, que incluye a México, el gas natural tiene un precio de 3.05 dólares por millar de BTU, mientras que en Sudamérica y Europa alcanza 11.55 dólares y en Asia asciende a 11.75 dólares por millar de BTU, de acuerdo con un análisis del despacho Rodríguez Dávalos Abogados (RDA).
“Que los precios estén muy castigados no es un incentivo para que se inviertan proyectos en México porque generalmente no recuperas costos de inversión, en México hay campos muy importantes de gas natural pero no te permite recuperar costos”, dijo Carranza.
Para reactivar al sector del gas natural, la CNH ha propuesto la creación de una empresa productiva del Estado dedicada en toda la cadena productiva de ese hidrocarburo: “Sería como otro Pemex, pero enfocado única y exclusivamente a ese hidrocarburo. Si dependemos del gas norteamericano dependemos de la estrategia geopolítica de Estados Unidos”, indicó Moreira.
“Es viable la propuesta, en la medida de que esa paraestatal la limpies de los pasivos de Pemex y lo haría atractivo si esa compañía se colocara en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)”, opinó Luis Miguel Labardini, experto de la consultoría Marcos y Asociados.
En contraparte, Miriam Grunstein, experta en energía por el Rice University’s Baker Institute, opinó que la propuesta es “aberrante”: “En la medida que Pemex reciba un solo presupuesto y opere bajo una sola contabilidad, sus patologías permean entre sus empresas subsidiarias. El problema de Pemex es la mala gestión estatal, no que se separe orgánicamente una empresa de la holding”, expresó.
Sin embargo, ambos especialistas coincidieron en que el gas natural es un elemento crítico para la seguridad energética y es necesario aumentar la producción y reducir las importaciones.
“El 60 por ciento de nuestra electricidad se genera usando gas natural, que tiene que llegar a través de los ductos y si se bloquean o hubiera razón sociopolítica que impidiera el paso de ese gas, nos quedamos sin luz. Este es un tema aún más delicado que el de las gasolinas”, apuntó Labardini.
Finalmente, el análisis de Abel Hibert detalla que el sector de gas natural también requiere de cuantiosas inversiones, ya que en los próximos 3 años se necesitan al menos 100 mil millones de pesos para detonar proyectos de transporte de este hidrocarburo y que también permitan llevar gas natural al sureste del país.