El Economista, Empresas, Lilia González
Al gobierno de México le “preocupa” que Estados Unidos utilice aranceles de forma punitiva en la relación comercial y se conviertan en un arma de negociación, lo que podría afectar los flujos comerciales, alertó la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora Sánchez.
Luego de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos entregó el reporte sobre la investigación de la sección 232 en seguridad nacional para imponer aranceles de 25% a las importaciones de autopartes y vehículos a todo el mundo, la funcionaria confía en que la Casa Blanca respete el acuerdo con la administración mexicana anterior, en el que se excluye a México y Canadá.
A partir de este documento, del cual el secretario de Comercio, Wilbur Ross, no adelantó indicios sobre el resultado, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tendrá un plazo de 90 días como máximo para decidir si impondrá aranceles al sector automotor.
El Departamento de Comercio inició su investigación en mayo del 2018 a petición de Trump. Su propósito es determinar los efectos de las importaciones en la seguridad nacional.
En entrevista en el marco del Seminario de la Misión Empresarial de Bélgica, De la Mora calificó como “desafortunada” la medida porque “la industria automotriz en Estados Unidos no está pasando por una emergencia y no es un tema de seguridad nacional”.
Al presidente Trump le gustan los aranceles, acotó la funcionaria experta en comercio exterior, así que ésta es una forma para Estados Unidos de utilizar aranceles para negociar.
Recordó que existe una carta paralela al T-MEC pactada entre el anterior secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y el gobierno de Estados Unidos, “en donde se comprometen a que en caso de que la sección 232 para autos imponga aranceles a las importaciones que hace Estados Unidos, de vehículos, a México no se le van a aplicar”, afirmó.
La carta paralela funcionaría como un seguro para México en caso de que se apliquen aranceles de 25% bajo la lógica de proteger la “seguridad nacional”, en donde la industria podrá exportar una cuota de hasta 2.6 millones de unidades al año libres de arancel.
La subsecretaria concluyó: “Realmente quisiéramos que esa forma de hacer política comercial de EU no se vuelva una normalidad, porque afecta los flujos de comercio internacional”.