Itzel Castañares. La marca con presencia en Japón, Corea, Estados Unidos y México, ofrece dispositivos vestibles que cuentan con tecnología invisible que te permiten, entre otras cosas, hacer o escuchar música.
Un grupo de mexicanos creó la marca de ‘wearable technology’ Machina, con sede en California, Estados Unidos, que este año espera crecer casi ocho veces su facturación al pasar de 122 mil dólares en el 2016 a un millón de dólares al cierre de este año.
Esta proyección de crecimiento se debe a que en el pasado se enfocaron más en el desarrollo de productos, en tanto que este 2017 su objetivo está centrado en crecer sus ventas, explicó la confundadora del proyecto Linda Franco.
El costo de sus prendas va de los 280 dólares hasta los 999 dólares, es decir entre los 5 mil 300 pesos a los casi 19 mil pesos, el precio se debe a que con su ropa puedes hacer y escuchar música o vivir la realidad virtual de forma más real.
Entre los ‘dispositivos vestibles’ que fabrica Machina está su producto estrella, una chamarra que hace música con sensores de movimiento basado en la ergonomía del cuerpo humano creado con textiles inteligentes.
Además, cuenta con una capucha y un poncho que permiten escuchar música de forma inalámbrica vía Bluetooth.
La marca tiene presencia, además de en México y Estados Unidos, en algunas partes de Asia como Japón y Corea a través de terceros.
Y aunque cuentan con tiendas físicas en la Ciudad de México así como en Estados Unidos, su principal punto de venta para adquirir todos los productos es a través de su tienda en línea www.machina.cc.
“Machina crea máquinas usables integrando moda y tecnología portátil que es invisible, funcional e intuitiva utilizando electrónica flexible bajo un proceso de integración elaborado y un proceso de diseño y prueba basada en la evidencia de uso de la tecnología combinado con una comprensión profunda de la industria de la moda”, comentó Linda Franco, cofundadora de Machina en entrevista con El Financiero.
Aunque empezaron a operar en México, decidieron irse a California, en donde levantaron su primera ronda de capital con socios americanos y donde laboran actualmente.
En el país tienen un taller de investigación, prototipaje y experimentación.
Además desarrollan en México alianzas con universidades como la Universidad de las Américas Puebla para hacer pruebas beta de su tecnología.
Fuente: El Financiero