Reforma, Negocios, Redacción.
Cd. de México (08 agosto 2019).- La falta de coherencia política está minando el sentimiento económico de México y confianza de los inversionistas, frenando las perspectivas económicas hasta mediados o finales 2020, con repercusiones para las empresas no financieras del País, dijo Moody’s.
En un nuevo informe, la calificadora resaltó que la ansiedad por la política económica ha disminuido el sentimiento de los inversionistas y aunque la Inversión Fija Bruta se mantiene relativamente estable, se han debilitado, particularmente para el caso de la Inversión Extranjera Directa.
Por ello, Moody’s estima que el crecimiento del Producto interno Bruto de México (PIB) se desacelerará a 1.2 por ciento en 2019 y a 1.5 por ciento en 2020, debido a la cautela en la inversión, mayores costos laborales y tensiones comerciales.
“Pronosticamos que el crecimiento del PIB real de México se reducirá al 1.2 por ciento en 2019 y 1.5 por ciento en 2020, por debajo del 2 por ciento en 2018, en medio de persistentemente débil privado inversión y una postura fiscal ajustada”, dijo la vicepresidenta adjunta de Moody’s, Sandra Beltrán, en un nuevo informe.
Moody’s señaló también que Pemex enfrenta una incierta normativa, al tiempo que el entorno legal y la liquidez débil obstaculizarían su capacidad de impulsar la inversión de capital.
Para la petrolera, Moody’s pronostica que el gasto de capital en exploración y el desarrollo crecerá cerca del 21 por ciento en 2019 a 6 mil 900 millones de dólares, desde los 5 mil 700 millones en 2018, pero esa cantidad es probablemente insuficiente para aumentar las reservas adecuadamente.
Además, indicó que los salarios más altos plantearán riesgos crediticios para varias empresas mexicanas hasta 2020 y más allá con riesgos ambientales, sociales y de gobernanza aumentando también.
“Nuevas leyes que otorgan mayor libertad de asociación y el poder de negociación colectiva para los sindicatos aumentaría aún más los riesgos de costos en industrias intensivas en mano de obra, como la automotriz y la minería”, consideró.
Por otra parte, los exportadores pueden enfrentar el estrés de las incertidumbres comerciales, pero las compañías mineras, incluidas Peñoles y Fresnillo, se benefician de una política financiera conservadora y continuar avanzando en sus nuevos proyectos.