Fashion Network, Industria, Francelia Rodriguez Ceballos
El Complejo Cultural Los Pinos abrió por primera vez sus puertas este mes de septiembre para exponer y apoyar el trabajo de artesanas y artesanos textiles a través de la muestra “Hilos que Danzan. Por los saberes colectivos”.
Los Pinos, que durante más de 50 años fue la residencia de los presidentes electos de México, albergó hasta este 15 de septiembre la expoventa que tuvo como objetivo ofrecer el arte popular en un mercado justo, al reconocer los diseños como bienes culturales de las comunidades de México, según declaró la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero.
Durante la ceremonia de inauguración, Frausto Guerrero expuso que, ahora que celebra parte de la historia de México, es importante mostrar la diversidad cultural, “la que nos hace más ricos como país, es lo que nos hace hablar con el mundo de frente y es lo que ya se ha demostrado en el interés tanto de mercados internacionales como de la alta moda”.
En especial, dijo, en un espacio como Los Pinos, que de ser un lugar exclusivo para algunos cuántos se convirtió en la residencia oficial de las artes y la cultura.
El evento se enmarca en los esfuerzos de la Secretaría de Cultura para fomentar, desarrollar e impulsar la protección y el ejercicio de los derechos colectivos que las comunidades y pueblos indígenas, afromexicanos y equiparables tienen sobre las técnicas, conocimientos y diseños heredados, desarrollados de una generación a otra y expresados en su trabajo artístico y artesanal.
En su oportunidad, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, explicó que, en el marco del convenio firmado con la Secretaría de Cultura, se busca preparar a los creadores para entender las reglas del mercado y que puedan posicionar sus productos, en un diálogo de igual a igual con los compradores y con las grandes cadenas de ropa.
“Necesitamos que esa capacitación de emprendedurismo genere un espacio de empresas sociales, donde la lógica del mercado opera para beneficio de las manos creadoras”, aseguró.
Entre los grupos de artesanos invitados a “Hilos que danzan” se encontraron el colectivo de bordadoras Mariposas y Colibríes, de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
“Hilos que Danzan. Por los saberes colectivos” buscó dar a conocer los diseños originales de las comunidades indígenas que han sufrido apropiación cultural indebida por diversas empresas y abrir un mercado de oportunidad para la comercialización justa. De esta manera, fueron convocadas artesanas (en su mayoría) y artesanos de Tenango de Doria, Hidalgo; Juchitán, Tlahuitoltepec y Ocotlán, de Oaxaca; Contla, Tlaxcala; Cuetzalan, Puebla; Saltillo, Coahuila, y de Xochitlahuaca, Guerrero.