Banqueando, Noticias, Redacción.
Tras una guerra comercial que se han declarado China y el gobierno de Donald Trump después de la llegada de este último a la presidencia de Estados Unidos, el gigante asiático tomó la decisión de subir los aranceles hacia dicho país el pasado 1 de junio.
Trump ya había hecho anteriormente declaraciones, donde había dejado muy en claro que Estados Unidos únicamente llevaría a cabo un acuerdo comercial con China si éste “le era favorecedor”. De lo contrario le seguiría cobrando “millones” de dólares tras la subida de aranceles a este país asiático.
El Peterson Institute for International Economics publicó recientemente un estudio en el cual se analiza, cómo es que la subida de los impuestos de EEUU hacia China, han provocado que este último baje los aranceles hacia el resto del mundo, menos hacia el país americano. China ha tomado represalias en respuesta a la guerra comercial que mantiene con Trump, subiendo aún más estos impuestos.
Se trata de una estrategia por parte del país asiático para hacerle frente a la política proteccionista de Trump. Ya el año pasado veíamos como al mismo tiempo que Washington y Pekín se imponían mutuamente aranceles por valor de más de 360.000 millones de dólares, China bajaba estos impuestos al resto de países pertencientes a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Entre los productos que se han visto beneficiados por esta bajada de aranceles están los automóviles, los cosméticos, el sector textil, el sector agrícola, los electrodomésticos y productos industriales, así como químicos y maquinaria. La reducción de sus gravámenes hacia el resto del mundo pasó del 8% al 6,7%. Esto provocó que los consumidores chinos se apartaran cada vez más de los proveedores estadounidenses. Si hacemos la comparación con los aranceles impuestos al gobierno de Trump por parte de China, podemos decir que pasaron de un 8% hasta casi el 20%.
La tregua comercial para bajar los aranceles entre ambos países llega a su fin
En diciembre del año pasado parecía haber una luz de esperanza para terminar con esta guerra comercial. En Buenos Aires, Argentina, Trump y Xi parecían haber llegado a un acuerdo. A raíz de esto China llevó a cabo la reducción arancelaria a los exportadores de coches provenientes de Estados Unidos. Sin embargo, 4 meses después de las negociaciones, la administración de Trump aumentó los aranceles del 10% al 25% sobre importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares, alegando que China no estaba negociando adecuadamente.
El 17 de mayo Trump arrancó con un nuevo proceso para imponer un arancel del 25% a cerca de 300.000 millones de dólares de bienes chinos. Por supuesto ante esta decisión se esperaba que China no se quedara de brazos cruzados, por lo cual aumentó sus aranceles sobre sus importaciones procedentes de EEUU hasta casi el 21%, el pasado 1 de junio del presente año.
Estados Unidos en desventaja
Acorde al estudio antes mencionado, los expertos consideran que EEUU es el país con más desventaja en este tema. Las compañías y los trabajadores estadounidenses se encuentran en una desventaja de costes considerable en relación con las empresas chinas y las empresas en terceros países.
China ha buscado hacerse con nuevos socios comerciales para el abastecimniento de productos como el salmón, la langosta o la soja. Reemplazando fácilmente las exportaciones que provenían de Estado Unidos con producto proveniente de países como Canadá, Argentina, Brasil y Japón. A la par EEUU se ha visto debilitado por la falta de crecimiento y la demanda interna del gigante asiático.