Dos de cada tres prendas de ropa que entran al país son ‘chuecas’, lo que provoca un enorme golpe económico para la industria textil y de confección en México.
Al respecto, Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, se comprometió durante el Encuentro Nacional de la Cadena Fibra-textil-confección ‘del campo al aparador’ a enfrentar la informalidad e ilegalidad que prevalece en el sector.
“Debemos vigilar las fronteras, la importación temporal, tenemos que cuidar que los productos que entran de forma ‘chueca’ por las aduanas formales o informales, por mar o tierra, o de forma parcial (sean) detenidos u observados”, dijo.
Destacó que lo mínimo que deberían de estar haciendo las autoridades mexicanas es impulsar la creación de algunas normas donde los productos mexicanos digan ‘Hecho en México’.
“Así podríamos presumir, hacer una invitación a que la gente compre lo hecho en nuestro país, con manos nuestras, esto aportará a que en un ámbito de solidaridad pero también en un ámbito de apoyo y en términos de tiempos de COVID podamos salir adelante en una mejor recuperación”, dijo.
La secretaria Clouthier destacó que la industria textil aportó el 3.2 por ciento del PIB nacional antes de la pandemia y brinda alrededor de 600 mil empleos formales.
En tanto, Manuel Espinosa Maurer, presidente de Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), denunció que los principales problemas que enfrenta la industria son el contrabando, el abuso de los programas sectoriales, la subvaluación y la informalidad, ‘y con la pandemia no pararon en lo más mínimo’.
En entrevista con EL FINANCIERO, detalló que alrededor del 66 por ciento de la ropa importada en México es ilegal, lo que representa un golpe económico de más de 16 mil 500 millones de dólares al año.
“Estamos trabajando con las autoridades para que estas malas prácticas se cataloguen como fraude aduanero, no tiene sentido que se importen prendas de algodón al país por debajo de los precios internacionales del algodón, estas trampas se derivan del abuso de programas sectoriales, como el programa IMMEX”, dijo.
Los defraudadores que importan temporalmente ropa a México ya no la reexportan, se queda en el país, y no pagan IVA ni impuestos, y se venden a precios mucho más bajos, detalló el presidente de Canaintex.
Agregó que la industria textil en México no está pidiendo ningún tipo de subsidios, sino piso parejo y Estado de Derecho.
“Los costos de la energía eléctrica es una de nuestras preocupaciones, a pesar de ello, ninguna empresa del sector se amparó ante la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), pero el Gobierno debe tomar en cuenta que una fábrica en México paga el doble de luz que una fábrica en EU”, subrayó.
Especificó que después de los insumos, la energía eléctrica es el principal costo de la industria textil, por lo que es necesario mejorar los costos para que el país sea más competitivo.