Estos artículos pueden ocupar hasta el 40% del inventario de algunas marcas y el 50% no se revenden por el mismo valor. “Las cifras resaltan los desafíos que plantea la logística inversa a la industria textil, que desde el punto de vista operativo puede penalizar hasta un 30% del valor de la mercancía devuelta y representa del 10 al 12% de los ingresos del comercio electrónico”, Gallo de Rena dijo, Co-CEO de Logística solo para iF Lastmile.
En la búsqueda de una solución para reducir la tasa de beneficio, la optimización del proceso logístico juega un papel fundamental. Pero, ¿tienen las marcas una estrategia adecuada en este sentido?
Imponer costes adicionales, endurecer los plazos de devolución o penalizar a los reincidentes son algunas de las alternativas que están viendo algunas empresas online para reducir el impacto de las devoluciones. Sin embargo, estas acciones pueden convertirse en un obstáculo, ya que nueve de cada diez clientes no comprarán en un sitio web después de una mala experiencia y regresarán.
Errores en la logística de moda según expertos
En la búsqueda de una solución para reducir la tasa de beneficio, la optimización del proceso logístico juega un papel fundamental. Pero, ¿tienen las marcas una estrategia adecuada en este sentido? Un análisis de “Profit: The Challenge for the Textile Industry” realizado por expertos de iF Lastmile señaló algunas prácticas que conducen a ineficiencias en la logística inversa:
• Mucho tiempo para la recogida. A diferencia de las operaciones de transporte marítimo, que han reducido significativamente el tiempo, las operaciones de logística inversa siguen siendo muy lentas, con un proceso total que toma un promedio de 11 a 15 días. Por este motivo, también es necesario trasladar el servicio premium desde el envío hasta el montaje.
• Fallo en la recogida. El hecho de que muchos lotes aún no estén programados genera fallas que hacen que los métodos de entrega sean menos eficientes e incurren en costos adicionales. La regulación del tiempo de recepción de paquetes elimina la incertidumbre para las marcas y los consumidores. • Imposibilidad de rastrear. La falta de digitalización de los procesos impide un seguimiento detallado del recorrido de los objetos devueltos. También dificulta la toma de decisiones debido a la falta de información precisa o actualizaciones de inventario en tiempo real.
• Centros de verificación remota. La logística inversa, apoyada en centros de verificación ubicados en las afueras de las ciudades, reduce la flexibilidad y agilidad de las operaciones. Esto también supone costes de envío adicionales, así como retrasos en el tiempo.
• Gestión sin discriminación. La gestión de devoluciones no puede integrarse en la estructura general de los envíos, sino que por el contrario, por el tamaño que representa, requiere una gestión específica y profesional.
• Defectos de embalaje. Embalar un artículo devuelto en su embalaje original es fuente de problemas cuando no está debidamente planificado, tanto para el cliente que ha decidido que no lo quiere, como para la logística de la marca o del operador cuando finaliza el proceso de validación. Y lo quiere de vuelta. en venta Es necesario tener una estrategia específica en este ámbito para que no se convierta en un cuello de botella.
• Cadena de suministro fragmentada. La presencia de muchos intermediarios mal conectados (distribuidores, puntos de recolección, logística externa, puntos de reciclaje y los propios distribuidores) conduce a una falta de supervisión o responsabilidad por los procedimientos logísticos. Esto no solo conduce a sobrecostos y demoras, sino que también aumenta la tasa de robo, que es la razón principal.
“La política de cambios y devoluciones es una palanca clave para la fidelización de los clientes como lo fué en su momento la política de devoluciones en el mundo físico para El Corte Inglés”, señala Galo de Reyna.