El Confidencial, Economía, M. Valero.
La estrategia de las grandes empresas textiles para abaratar costes no es ningún secreto. Casi todos los gigantes del sector han externalizado su producción a países como China, Bangladés, Turquía, Marruecos o India, donde trabajan con proveedores locales para confeccionar ese vestido tan barato que nos hemos comprado en Bershka, Primark o El Corte Inglés y esos vaqueros tan chulos de Levi’s o Pepe Jeans.
Por primera vez en la historia, la Asociación Empresarial de Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex) ha puesto cifras a esa realidad en su último informe anual, presentado este miércoles en Madrid. El 20,2% del textil importado procede de China, seguido de Turquía (13%), Bangladés (12,5%) y Marruecos (9,2%). Sólo esos cuatro países suponen más de la mitad de las importaciones en España, si bien los proveedores italianos (6,5%), indios (4,6%) o paquistaníes (3,9%) van cogiendo peso.
Camboya representa un 3,5% de las compras al exterior, casi al mismo nivel que los portugueses (3,6%) o los franceses (3,3%). España importó 16.214 millones de euros en textil el año pasado, un 2,3% más respecto al año anterior. Si ponemos el foco en las exportaciones, la cifra desciende hasta los 12.191 millones de euros (-0,02%).
Nuestros principales clientes son Francia (12,2%), Italia (10,4%), Portugal (8,8%), Marruecos (6,7%), Alemania (6%) y Reino Unido (5,6%). Este último amenazó con penalizar las importaciones europeas de moda con un arancel del 12% en caso de Brexit duro.
La industria textil dedicada a la confección en España está compuesta por 8.337 empresas, 137.000 trabajadores y unas ventas superiores a los 10.796 millones de euros en 2018, un 1,5% más respecto al año anterior. Es una de las conclusiones de ‘El Comercio Textil en Cifras de 2018’, un informe elaborado por Acotex y basado en datos del Centro de Información Textil y Confección (CITYC), entre otras fuentes.
El sector textil pinchó tanto en ventas (-2,2%) como en facturación por empleado (-1,4%) en 2018, un año en el que también han caído tanto el gasto familiar en textil (-2,8%) como el número de empleados tras cuatro años en ascenso. Casi 199.000 personas trabajan en tiendas de moda en España, un 0,9% menos respecto a 2017.
Tampoco hay sorpresas con la evolución de las tiendas físicas. Las firmas textiles cerraron 2018 con 61.313 puntos de venta (-1,39%), una tendencia a la baja que ya arrancó hace dos años. La estrategia de las grandes firmas, que están cerrando locales pequeños y abriendo otros más grandes en ubicaciones clave, tiene mucho que ver.
A eso se suma el auge de la venta online, que sigue creciendo a doble dígito. Ya representa un 8% de las ventas totales en España, si bien la moda no es el sector con mayor volumen de negocio en internet. Ganan las agencias de viajes (16,5%), seguidas del transporte aéreo (10,1%) y los hoteles o alojamientos turísticos (5,5%). Las prendas de vestir representan un 4,7% de la facturación del e-commerce, en cuarto lugar.
¿Y el gasto de los turistas extracomunitarios? Madrid, Barcelona y Málaga han sufrido la mayor caída (-6%) junto a la zona de Levante (-3%), si bien el resto del territorio español ha aguantado el tipo (+6%). Los argentinos han reducido un 21% su gasto en moda, así como los rusos (-13%), marroquíes (-3%) y chinos (-2%). No ocurre lo mismo con los estadounidenses (+11%) o los mexicanos (+4%).
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