Vietnam +, Economía, Redacción
Hanoi, 26 feb (VNA) – Una vez que entre en vigor el Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea (UE) y Vietnam, las empresas del país indochino tendrán más oportunidades de aumentar su competitividad de precios en el mercado europeo, uno de los mayores mercados de Hanoi.
Con este acuerdo, se eliminará inmediatamente el 85,6 por ciento de los aranceles a los bienes importados de Vietnam. Durante los siguientes siete años, la UE continuará eliminando el 99,2 por ciento, lo que equivale al 99,7 por ciento del valor de las exportaciones vietnamitas al bloque comunitario. Para el 0,8 por ciento restante, la UE proporcionará un contingente arancelario con un impuesto de importación del 0 por ciento.
Según los expertos, los sectores de la acuicultura, textil, calzado y bolsos serán los mayores beneficiarios de ese tratado, debido a la reducción de impuestos de casi el 90 por ciento.
Además, Truong Van Cam, vicepresidente de la Asociación de Textiles y Confecciones de Vietnam, afirmó que la UE es un mercado grande y potencial, pues representa una demanda de textiles y prendas de vestir con un valor aproximado a los 250 mil millones de dólares cada año, dos veces mayor que el mercado estadounidense.
El pacto también crea una gran ventaja competitiva a corto y mediano plazo para Vietnam en comparación con otros países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, ya que hasta el momento solo Hanoi y Singapur han sellado Tratados de Libre Comercio con la UE.
Sin embargo, el acuerdo también impone varios desafíos para el comercio vietnamita en el proceso de establecimiento, operación e implementación de los compromisos, debido a los requisitos exigentes para las reglas de origen, así como la limitada promoción de los bienes vietnamitas en ese mercado.
Como plaza de altos ingresos, la UE posee una estricta política de protección del consumidor. Por lo tanto, las empresas vietnamitas deben superar una serie de barreras técnicas, así como las normas de higiene y seguridad de los productos, entre otros.
Se debe determinar una estrategia a largo plazo de las empresas, que va desde mantener la constante innovación tecnológica, hasta mejorar la calidad de los productos, para cumplir con los estándares establecidos por la UE y competir con los socios extranjeros en aras de posicionarse con éxito entre esos clientes potenciales./.
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