El Economista, Internacionales, Reuters
Reino Unido y la Unión Europea (UE) dijeron este domingo 13 de octubre que queda mucho trabajo por delante para asegurar un acuerdo por la salida británica del bloque.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo a su gabinete que aún era posible llegar a un trato de última hora, mientras las partes aceleran intensas conversaciones para evitar un Brexit desordenado el 31 de octubre, el último plazo.
“El primer ministro dijo que hay un camino por recorrer para un acuerdo que pueda asegurar todos nuestros intereses (…) pero todavía hay una cantidad significativa de trabajo para llegar allí y debemos seguir preparados para salir (sin un acuerdo) el 31 de octubre”, dijo una portavoz de la oficina de Johnson.
Reino Unido dijo que las últimas conversaciones habían sido “constructivas” y que habría más discusiones el lunes 14 de octubre.
Johnson espera llegar a un acuerdo a tiempo para que los líderes de la UE lo aprueben en una cumbre en Bruselas el jueves y viernes. Pero igualmente tendría que convencer a un parlamento británico profundamente dividido para que ratifique cualquier trato, probablemente en una inusual sesión el sábado 19 de octubre.
Si tiene éxito, la quinta mayor economía del mundo se separaría de su socio comercial más grande con medidas para minimizar los trastornos en las fronteras y preservar las complejas cadenas de suministro que sustentan a sectores de la producción.
Si fracasa, los legisladores iniciarán una batalla para retrasar el Brexit que podría acabar siendo decidida en los tribunales. Johnson ha dicho que hará todo lo posible por sacar a Reino Unido el 31 de octubre, incluso sin acuerdo, lo que según cree, fortalecería sus expectativas de supervivencia política.
“Todavía falta mucho por hacer”, dijo la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, en un comunicado el domingo por la tarde.
Agregó que las discusiones seguirían el lunes y que el negociador europeo Michel Barnier informaría a los 27 estados miembros, todos salvo Reino Unido, en un encuentro el martes en Luxemburgo.
“Persisten las diferencias sobre las aduanas”, dijo un diplomático de la UE.
Subrayando que no habría negociaciones técnicas del Brexit en la cumbre en sí misma, el diplomático dijo que persisten “pequeñas posibilidades de que un texto pueda estar listo para la cumbre y no negociaremos en la cumbre. Si las conversaciones van bien, podríamos decir que hay avances pero se necesita más tiempo para continuar”.
Un aplazamiento hasta la fecha de salida del 31 de octubre igualmente podría requerirse incluso si se acordara un trato en los próximos días, pues se necesitaría tiempo para afinar el texto.
Si Reino Unido abandona la UE sin llegar a un acuerdo, los expertos temen que se produzcan graves perturbaciones a corto plazo debido a la posible escasez de alimentos, combustible y medicamentos, y que se dañe a largo plazo la reputación de Reino Unido como un lugar seguro y estable para la inversión extranjera.
El gobierno dice que está haciendo todo lo posible para llegar a un acuerdo y que tiene planes de contingencia para mitigar el impacto de una salida sin un pacto.
Irlanda ha demostrado ser el tema más difícil en las conversaciones de Brexit: específicamente cómo evitar que la provincia británica de Irlanda del Norte se convierta en una puerta trasera hacia los mercados de la UE sin tener controles fronterizos.
Las partes temen que la aplicación de controles en la frontera de 500 kilómetros con Irlanda del Norte socave el acuerdo de paz de 1998 que puso fin a tres décadas de un conflicto sectario que dejó más de 3,600 muertos.