El Financiero, Economía, Leticia Hernández
Para invertir en el sector eléctrico, el sector privado requiere una definición de la política energética en México que de certeza, seguridad jurídica y “que defina claramente cuál es el papel que quiere el gobierno mexicano que desempeñe la iniciativa privada”, dijo Enrique Alba Carcelén, CEO de Iberdrola México.
Al destacar la relevancia del sector eléctrico en el cumplimiento de las metas de crecimiento planteadas por el gobierno, señaló el reto social que hoy se vive al no tener al cien por ciento de la población electrificada y con problemas de suministro de la energía para la industria nacional, restándole competitividad.
“El modelo energético que requiere México es un sistema eléctrico confiable, que garantice el suministro a todos los estados y sectores industriales y domésticos, que sea competitivo en tarifas eléctricas para que la industria mexicana pueda ser competitiva y que cubra las necesidades futuras del país; que esté planeado con visión de mediano y largo plazo y que la energía eléctrica se produzca cada vez con fuentes más respetuosas con el medio ambiente”, señaló ante empresarios en la Reunión Anual de Industriales.
En los próximos 15 años México tendrá que multiplicar por dos la potencia instalada en el país. De 70 mil megawatts de potencia instalada en 2018, “para 2033 requerirá de 140 mil megawatts, por lo que tiene que hacer 70 mil megawatts más en los próximos 15 años con una inversión cercana a los 100 mil millones de dólares”, expuso en su participación en la mesa ‘Energía para el Desarrollo Industrial de México’ y si no hubiesen fondos públicos, “se debería definir el modelo de colaboración entre la empresa pública y la iniciativa privada”.
Normalmente el consumo de electricidad crece entre 1.5 y 2 veces lo que crece el PIB. Si se llegará a dar el 4 por ciento de crecimiento, el crecimiento sería del doble, indicó Régulo Salinas Garza, presidente de la Comisión de Energía de la Concamin.
Destacó que hay espacio para el sector privado ante la insuficiencia de recursos para invertir por parte de la CFE para la generación de electricidad.